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No tengas miedo de cambiar tu vida; las claves son: trabajo en equipo, concentración, fuerza de voluntad y el poder de la interdisciplinariedad.
Eduardo Punset
La mayor parte de las decisiones que se toman tienen un responsable: el inconsciente.
El amor existió antes que el alma.
Con cada estímulo que desencadena una emoción se generan nuevas conexiones entre grupos de células en nuestro cerebro.
El abandono y la humillación es lo que más estrés nos provoca.
Que nos expulsen del grupo es lo peor que nos puede suceder.
Sé bondadoso con la gente cuando subas; los encontrarás a todos cuando bajes.
A la sociedad le interesa que usted consuma y que piense que el consumir le hace feliz.
La felicidad es la ausencia de miedo, es una emoción, y como tal, es transitoria.
Hay motivos que se iniciaron hace 600 millones de años. El primer gran salto que ha permitido a las especies y al género humano ser optimista, es el salto inenarrable de organismos unicelulares a organismos multicelulares. Es decir, somos comunidades andantes de células que intercambian conocimientos y que abrieron la posibilidad de innovar, de crear.
El alma está en el cerebro.
Ninguna de tus neuronas sabe quién eres... ni le importa.
Uno de los fallos actuales es la ausencia de liderazgo joven. Evolutivamente, la manada siempre recurrió a los jóvenes cuando tenía dificultades: atravesar un río, subirse a una montaña.
Las dimensiones de la felicidad individual tienen que ver con las relaciones personales en primer lugar.
La sociedad quiere que consumamos, no que seamos felices.
Aislamiento, control, incertidumbre, repetición del mensaje y manipulación emocional son técnicas utilizadas para lavar el cerebro.
La mejor manera de contrarrestar una emoción negativa es tener una positiva más fuerte.
Yo vivo por obsesiones sucesivas. (derecho, economía, política, tecnología)
El amor es una ley de comportamiento con una fuerza equivalente a las leyes de la física.
Sin emoción no hay proyecto.
Utilizamos el lenguaje para intuir, modificar, manipular o mejorar la mente de los demás.
En la vida hay tres momentos cruciales: la etapa del amor maternal, la escuela y la entrada a la madurez.
Vivimos con los cambios tecnológicos del siglo XXI y con instituciones sociales (famila, estado...) del siglo XIX.
La felicidad es la ausencia de miedo, la belleza es la ausencia de dolor.
Tengo algunos amigos calvos y les digo que a lo largo de la evolución la calvicie cumplió una finalidad: evitar las infecciones de piojos, pulgas e insectos.
La única manera de obtener la felicidad es buscar la de los demás, no la propia.
Sin duda el sector seguirá creciendo. El problema es que estas ansias de impulsar su crecimiento creará también la tentación de controlar. Lo hemos intentado con las mujeres, hasta que vimos que no eran de nuestra propiedad. Luego a los niños y los animales... espero que no nos pase lo mismo con Internet.
Hoy no se puede ser pesimista, porque, cuando miras atrás, cualquier tiempo pasado fue peor.
Nuestro cerebro se resiste a cambiar la imagen que tiene del mundo, por eso es tan difícil convencer a la gente de que está equivocada.
No queremos saber la verdad de nada, queremos saber aquello que nos satisface.
Lo que hace falta es más conocimiento.
Hasta las bacterias funcionan por consenso, o no funcionan.
Si no tienes jefes tienes muchas más posibilidades de ser feliz que si te mandan.
¿Hay alguien que busque soluciones en lo que dicen los obispos?
Debemos redescubrir dónde yace la capacidad de innovar: en la adquisición de nuevas competencias como las técnicas de dirección digital, la capacidad de concentración a pesar de la multiplicidad de soportes, el trabajo en equipo y la vocación de solventar problemas.
Encontramos la felicidad en el camino que recorremos mientras la buscamos.
La gente no sabe imaginar el futuro y tiende a repetir el pasado cuando lo intenta.
He conocido a muchos hombres que no eran ni la mitad de cariñosos que los monos.
La mejor manera de ser constantemente infeliz es pretender ser feliz eternamente.
En la reforma educativa está la base no sólo de la revolución social sino del progreso; por eso debiéramos dedicar muchísimo más tiempo a reflexionar sobre sus características necesarias.