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El poder analítico no debe confundirse con el simple ingenio, porque mientras el analista es necesariamente ingenioso, el hombre ingenioso está con frecuencia notablemente incapacitado para el análisis.
Edgar Allan Poe
El terror de mis relatos proviene de la densa oscuridad de mi corazón.
Observar atentamente es recordar distintamente.
Otros amigos ya han volado lejos de mí; hacia la mañana, también él me abandonará como mis antiguas esperanzas.
La música, cuando va acompañada de una idea placentera, es poesía.
El niño conoce el corazón del hombre.
El mismo acto de escribir fuerza al pensamiento a hacerse lógico.
Un aspecto de austera, profunda e irremediable melancolía se cernía y lo invadía todo.
Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.
Transportándome silenciosamente hacia abajo, aún más hacia abajo, cada vez más abajo, hasta que me invadió un vértigo espantoso a la simple idea del infinito en descenso.
La muerte de una mujer hermosa es pues incuestionablemente el tema más poético del mundo, e igualmente está fuera de duda que los labios más adecuados para ese tema son los del amante en duelo.
¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces cometiendo una acción estúpida o vil, por la única razón de que 'no debe' cometerla? ¿Acaso no existe en nosotros una eterna inclinación, a despecho de la excelencia de nuestro juicio, a violar 'la ley' simplemente porque reconocemos que es la ley?.
Lo que tan sólo es complicado, se toma equivocadamente -error muy común- por profundo.
Y en la profunda oscuridad permanecí largo tiempo atónito, temeroso... Soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido a soñar jamás.
Las condiciones mentales que suelen considerarse como analíticas son, en sí mismas, poco susceptibles de análisis.
La mocedad es un sol de verano.
El hombre ingenioso es siempre fantástico, mientras que el verdadero imaginativo nunca deja de ser analítico.
Nací insano, con grandes momentos de cordura horrible.
La nariz de una multitud es su imaginación. Por ella, en cualquier momento, puede guiársela serenamente.
La belleza de cualquier clase en su manifestación suprema excita inevitablemente el alma sensitiva hasta hacerle derramar lágrimas.
Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.
Lo que el mundo llama genio es el estado de enfermedad mental que nace del predominio indebido de algunas de las facultades. Las obras de tales genios no son nunca sanas en sí mismas y reflejan siempre la demencia mental general.
Tengo una gran fe en los tontos; confianza en si mismo lo llaman mis amigos.
Y, entonces, abrí la puerta de par en par, y ¿qué es lo que vi? ¡Las tinieblas y nada más!
No tengo fe e la perfectibilidad humana. Creo que el esfuerzo humano no va a tener un efecto apreciable sobre la humanidad. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más sabio, que lo que lo era 6000 años atrás.
Todas las obras de arte deben empezar por el final.
En los corazones de los hombres más temerarios hay cuerdas que no se dejan tocar sin emoción.
Es imposible imaginar un espectáculo más nauseabundo que el del plagiador.
No es verdaderamente valiente aquel hombre que teme ya parecer, ya ser, cuando le cuadra, cobarde.
En el amor desinteresado de un animal, en el sacrificio de sí mismo, hay algo que llega directamente al corazón del que con frecuencia ha tenido ocasión de comprobar la amistad mezquina y la frágil fidelidad del Hombre natural.
Deseo poder escribir algo tan misterioso como un gato.
En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural.
Cualquiera que sea su parentesco, la belleza, en su desarrollo supremo, induce a las lágrimas, inevitablemente, a las almas sensibles.
Los cabellos grises son los archivos del pasado.
Porque la tortuga tiene los pies seguros, ¿es ésta una razón para cortar las alas al águila?
Todo lo que vemos desfilar ante nuestros ojos, todo lo que imaginamos, no es sino un sueño dentro de otro sueño.
La enorme multiplicación de libros en todas las ramas de conocimientos es una de las más grandes plagas de esta edad, porque es uno de los más serios obstáculos para la adquisición de cualquier conocimiento positivo.
Cuando un loco parece completamente sensato es ya el momento, en efecto, de ponerle la camisa de fuerza.
¿No tenemos en nosotros una perpetua inclinación, pese a la excelencia de nuestro juicio, a violar lo que es la Ley, simplemente porque comprendemos que es la Ley?
El ser verdaderamente cercano al corazón del hombre es tomar nuestra lección final en el volumen cerrado con candados de la desesperación.