Frases de E. L. James

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Me aparta el pelo y me besa la parte baja de la nuca, provocándome unos deliciosos escalofríos que me recorren toda la columna. Me gusta verte feliz -murmura, y me abraza más fuerte. Contemplo la inmensidad del agua azul, preguntándome qué debo haber hecho para que la suerte me haya sonreído y me haya enviado a este hombre.

Muy joven. Y atractivo, muy atractivo. Alto, con un elegantísimo traje gris, camisa blanca y corbata negra, con un pelorebelde de color cobrizo y brillantes ojos grises que me observan atentamente. Necesito un momento para poder articular palabra.

Los hombres piensan que todo lo que sale de la boca de una mujer es un problema que hay que resolver. No se enteran de que lo que nos gusta es darles vueltas a las cosas, hablar un poco y luego olvidar. A ellos les va más la acción.

Estoy radiante de alegría, y mi boca entreabierta dibuja una sonrisa enorme y bobalicona. Cómo cambia todo en un día. ¿Cómo voy a poderdormir?

Haces esto únicamente porque estás asustado y no confías en mí. - No, hago esto porque finalmente he conocido a alguien con quien quiero pasar el resto de mi vida.

Y prometo quererte incondicionalmente, apoyarte para que consigas tus objetivos y tus sueños, honrarte y respetarte, reír y llorar contigo, compartir tus esperanzas y tus sueños y darte consuelo en momentos de necesidad.

El sexo es alucinante, y él es rico, y guapo, pero todo eso no vale nada sin su amor.

Me abraza más fuerte, y me siento segura, apreciada y amada, todo a la vez. Es maravilloso. Cierro los ojos, y disfruto de la sensación de estar en sus brazos. Amo a este hombre. Amo su aroma embriagador, su fuerza, sus maneras volubles... mi Cincuenta.

Sigo siendo Ícaro, volando demasiado cerca de mi sol.

Cuanto más trabajo, más suerte tengo.

Con un amor incondicional, el que todo niño merece de sus padres.

La expectación es clave en la seducción.

Yo siempre quiero sexo contigo. Reconforta saber que a ti te pasa lo mismo.

Realmente se trata de tener en tu equipo a las personas adecuadas y saber dirigir sus esfuerzos. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo que la labor más importante de los directivos es que las personas crezcan y se desarrollen.

Estoy de todo menos bien. Tengo la sensación de que el sol se ha puesto y no ha salido durante cinco días, Ana. Vivo en una noche perpetua.

Tienes que elegir bien las batallas que vas a librar.

Sonríe mostrando sus dientes, blancos y perfectos. Contengo la respiración. Es realmente guapo. Debería estar prohibido ser tan guapo.

Hay que besar a muchos sapos para encontrar al príncipe azul.

Él se yergue, y en su boca se dibuja una sonrisa de triunfo tipo "Te tengo a mi merced, Steele". Baja el taco y se acerca hacia mí pausadamente, con el cabello revuelto, sus vaqueros y su camiseta blanca. No tiene aspecto de presidente ejecutivo: parece un chico malo de un barriopeligroso.

Desde el fondo de mi mente resuena lo que suele advertirme mi madre: Nunca te fíes de un hombre que baile bien.

En realidad, cielo, los hombres no son complicados. Son criaturas muy simples y cuadriculadas. Por lo general dicen lo que quieren decir.

Estoy pletórica y sin aliento. Parezco una cría, no una mujer adulta que puede votar y beber alcohol en el estado de Washington.

Mi mundo era ordenado, calmado y controlado, y de repente tú llegaste a mi vida con tus comentarios inteligentes, tu inocencia, tu belleza y tu tranquila temeridad y todo lo que había antes de ti empezó a parecer aburrido, vacío, mediocre. Ya no era nada.

Y así se establece un patrón: despertar, trabajar, llorar, dormir. Bueno, tratar de dormir. No consigo huir de él ni en sueños. Sus ardientes ojos grises, su mirada perdida, su cabello castaño y brillante, todo me persigue. Y la música... tanta música.

Es solo que a veces me abruma darme cuenta de cuánto te quiero.

Estuve despierto durante horas, contemplando cómo dormías -murmura-. Puede que ya te amara entonces.

Me he enamorado de alguien tan emocionalmente cerrado que no conseguiré más que sufrir -en el fondo, lo sé-, alguien que, según él mismo admite, está completamente jodido.

La canción que más me gusta del mundo es tu risa.

Me siento atraída, como Ícaro hacia su sol. Yo ya me he quemado, y sin embargo aquí estoy otra vez.

Mi subconsciente me mira precavida por encima de las gafas de concha de media luna como diciendo: ¿En serio quieres pisar ese terreno?.

Tienes que recordar siempre que los hombres vienen de un planeta diferente. Así todo te irá bien.

Me ruborizo. La diosa que llevo dentro está ahora inclinada de rodillas ante mí, con las manos unidas en un gesto de súplica. - A mí me gusta tu perversiónsexual -susurro.

Estoy llorando la pérdida de algo que nunca he tenido. Qué ridículo. Lamentando la pérdida de algo que nunca ha existido... mis esperanzas frustradas, mis sueños frustrados y mis expectativas destrozadas.

Desliza dos dedos dentro de mí y los mueve en círculos. La sensación es exquisita. Cierro los ojos, deleitándome.

Para correr, primero tenemos que aprender a andar.

Es un joven brillante, airado y asustado, a quien al nacer le tocó una espantosa mano de cartas en la vida.

El sarcasmo es la expresión más baja de la inteligencia, señorita Steele.

Además... la expectación es clave en la seducción, y la verdad es que ahora mismo estoy muy interesado en posponer la gratificación.

Un hombre que consigue adueñarse absolutamente de su mente puede adueñarse de cualquier otra cosa para la que esté legalmente autorizado. Soy muy peculiar, muy tenaz. Me gusta el control... de mí mismo y de los que me rodean.

Tú eres como el gordo de la lotería, la cura para el cáncer y los tresdeseos de la lámpara de Aladino, todo al mismo tiempo.

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José Villalonga José Santos Chocano Jean-Baptiste Lamarck Esteban Garaiz James Allen Erwin Finlay-Freundlich Eladia Blázquez José Moreno Nieto Jack London Ernest B. Black