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Cómodamente al alcance de la mano derecha del usuario está un dispositivo llamado ratón, que desarrollamos para evaluación, como medio de seleccionar los elementos del texto sobre los que han de operar los comandos.
Douglas Engelbart
La sociedad es muy compleja, y cada vez es más y más complicada. Y la capacidad colectiva de la gente para hacerle frente a esta realidad cada vez más compleja no crece, hasta el punto que puede llegar un momento en que nos supere completamente, que las instituciones que tenemos no puedan afrontar los cambios con la velocidad y la capacidad necesarias.
Para tener mejores herramientas necesitamos sistemas más sofisticados, basados en un conocimiento flexible, disponible para todos, que pueda evolucionar según lo requieran los usuarios y los programadores. Eso es lo que ofrece un movimiento como el de Open Source.
Logitech (LOGI) recientemente dijo que había sido vendido el ratón número un billón. ¿No es increíble? Lo primero que pense fue que a alguien se le ocurriría un nombre más apropiado y digno a estas alturas.
Si la facilidad de uso fuera el único requisito, todos estaríamos moviéndonos en triciclos.
Comprendí que cualquier cosa que quisiera hacer a gran escala era sumamente complicado, muy compleja, había que pensar en cómo organizar las cosas, cómo evitar que provocaran un desastre.
En esa época no me dejaban atender a los clientes. Me decían: Vos les hablas de todo lo que se podría hacer con las computadoras, y entonces quieren que gastemos dinero en innovar, y no es como hacemos los negocios acá.
La tecnología, tan hábil en la solución de los problemas del hombre y su medio ambiente, debe ser dirigida a la solución de un problema gigantesco de su propia creación. La gran cantidad de información técnica que se ha acumulado ya ha superado con creces los medios para ponerla a disposición de las personas que trabajan en la ciencia y la ingeniería.
¿Por qué no nos estamos desarrollando más rápido? Porque la mayor parte de las herramientas están en manos de comerciantes. Y su motivación es el dinero, no el avance de la sociedad o el desarrollo intelectual de la gente.
Sería maravilloso poder inspirar a otros que están luchando por hacer realidad sus sueños, que piensen podría hacer algo para mi país, voy a intentarlo.
La cantidad que una persona puede madurar es directamente proporcional a la vergüenza que puede pasar. Yo he pasado mucha vergüenza.
Nuestra habilidad para superar obstáculos colectivamente no mantiene el ritmo del incremento de la complejidad de los problemas a los cuales nos enfrentamos. Si no nos ponemos al nivel, tendremos serios problemas.