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Al principio la droga te pone eufórico. Es como ganar un campeonato. Y pensás: mañana qué importa, si hoy gané el campeonato.
Diego Armando Maradona
Si yo te quiero pegar te estropeo.
El techo del Vaticano está lleno de oro. Y encima el Papa era arquero. Con eso te digo todo.
Cuando vos entrás en la cancha se va la vida, se va todo.
Pude haber sido peor futbolista que Pelé.
Para mí, la pelota era el juguete más lindo que había. Era mi salvación.
Fue un lindo gol, pero no una maravilla. Raquel Welch es una maravilla, no un gol.
De mis amores sólo faltaba tatuarme el de la Tota.
La pelota no se mancha.
Jugar sin público es jugar adentro de un cementerio.
No tengo miedo de que se me caiga la corona. Si hiciera la vida que llevaba antes, sería peor. Tenemos una mini crisis y nosotros la enfrentamos. Al estar acá, demuestro que soy de la casa.
En la clínica hay uno que se cree Napoleón, otro San Martín, y a mí no me creen que soy Maradona.
Crecí en un barrio privado de Buenos Aires... Sí, privado de agua, de luz, de teléfono.
A los políticos les saco una ventaja. Ellos son públicos, yo soy popular.
Llegar al área y no poder patear al arco es como bailar con tu hermana.
No quiero ser el sucesor de nadie, ni el segundo Pelée, quiero ser Maradona.
Con perdón de las damas, que la chupen.
No estoy en contra de los homosexuales. Me parece bien que existan, porque de esa manera dejan más mujeres libres para los que somos machos de verdad.
Algo de Chávez me quisiera tatuar, de verdad.
Pase lo que pase, dirija quién dirija, todo el mundo sabe que la camiseta número 10 de la selección seguirá siendo mía.
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