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Mis ideas son mis rameras.
Denis Diderot
Proponeos un fin tal que pueda serlo durante toda vuestra vida.
El colmo de la locura es proponerse destruir las pasiones. Un devoto se atormenta como un demente para no desear nada, no amar nada, no sentir nada y, si lo logra, se vuelve un verdadero monstruo.
El trabajo tiene, entre otras ventajas, la de acortar los días y prolongar la vida.
Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control.
Se dice que el deseo es un producto de la voluntad, pero lo contrario es cierto: es un producto de deseo.
Los móviles de la mujer son tres: el interés, el placer y la vanidad.
El filósofo nunca ha matado a ningún sacerdote, mientras que el sacerdote ha causado la muerte de un gran número de filósofos.
El que te habla de los defectos ajenos, habla también de los tuyos a los demás.
La buena música es muy parecida a la lengua primitiva.
Las personas de mejores maneras son amantes absurdos.
La indiferencia hace sabios, y la insensibilidad, monstruos.
Buscad la felicidad haciendo el bien, teniendo siempre presente que no hay más que una sola virtud: la justicia, y un solo deber: hacerse feliz.
La superstición es más perjudicial para Dios que el ateísmo.
¿Qué edad tiene el mundo? Camino entre dos eternidades.
Sólo hay una pasión, la pasión por la felicidad.
La distancia es una gran inspiración de admiradores.
Se me debe exigir que busque la verdad, pero no que la encuentre.
Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.
Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.
La razón sin las pasiones sería casi como un rey sin súbditos.
Mi amistad no es más que circunspecta si el peligro de mi amigo me deja los ojos abiertos para el mío.
Los locos más peligrosos son los creados por la religión.
El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla.
Todas las ciencias abstractas no son sino el estudio de las relaciones entre los signos.