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En las trincheras del día a día de la vida adulta, el ateísmo no existe.
David Foster Wallace
Que te importará muy poco lo que los demás piensen de ti cuando te des cuenta de lo poco que piensan en ti.
Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan.
Que todo el mundo es idéntico en su secreta y callada creencia de que en el fondo es distinto de todos los demás.
El mar solo es el mar cuando se mueve. Las olas son lo que distingue al mar de un charco muy grande. El mar no es nada más que sus olas. Y todas las olas del mar terminan chocando con lo que ellas mismas empujan y rompiendo.
La guerra inacabable de la vida contra el yo sin el cual no puedes vivir.
Tu propia cara cuando adopta una expresión. Una ola que rompe sobre una roca y pierde su forma en un gesto que expresa esa forma. ¿Lo ves?
Pero como son mis propias elecciones las que me encierran, me parece inevitable: si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes e intentar vivir con ello.
Nos gustaba porque era como nosotras, Faye. Aquel océano era obvio. Todo el tiempo estábamos buscando algo obvio.
Los amantes pasan por tres fases distintas cuando empiezan a conocerse bien. Primero intercambian anécdotas y gustos. Después se cuentan las cosas en que creen. Y luego cada uno examina la relación entre lo que el otro dice que cree y lo que hace en realidad.
El coraje es miedo que ha rezado sus oraciones.
Se parece más a querer morirse a fin de evitar la sensación insoportable de darse cuenta de que uno es pequeño, débil, egoísta y de que, sin ninguna duda posible, se va a morir. Es querer tirarse por la borda.
El tipo realmente importante de libertad implica atención, y conciencia, y disciplina, y esfuerzo, y ser capaz de preocuparse de verdad por otras personas y sacrificarse por ellas, una y otra vez, en una infinidad de pequeñas y nada apetecibles formas, día tras día. Esa es la auténticalibertad.
Si eres un adolescente, he aquí la clave para no ser un gilipollas del todo ni un buen chico del todo: no seas nadie. Resulta más fácil de lo que piensas.
Es imposible querer algo que no se puede coger con los dedos.
Te diré que tengo que solucionar algunas disputas administrativas con Dios. Te diré que Dios parece tener un estilo de dirección técnica que a mí no me gusta nada. Yo soy bastante antimuerte. Y Dios da toda la impresión de ser bastante pro-muerte. No sé cómo nos vamos a poner de acuerdo al respecto él y yo.
Pensad en ello: nunca habéis tenido ninguna experiencia de la que no fuerais el centro absoluto.
En los anuncios normales dirigidos a adultos, aparece gente atractiva teniendo experiencias casi ilegalmente placenteras en situaciones construidas alrededor del producto y ustedes tienen que imaginar que pueden proyectarse a sí mismos en el mundo perfecto del anuncio mediante la compra de ese producto.
Las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuestan de ver y las que más cuestan de explicar.
La misma experiencia exacta puede querer decir cosas completamente distintas para dos personas distintas, dependiendo de los patrones respectivos de creencias que tenga cada uno y de las formas distintas que tengan de construir el sentido a partir de la experiencia.
El verdadero rival, las fronteras contenedoras, no son más que uno mismo.
Son de esa clase de hombres que parece que estén fumando puros incluso cuando no están fumando puros.