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El pensamiento rápido incluye las dos variantes del pensamiento intuitivo -el experto y el heurístico-, así como las actividades mentales puramente automáticas de la percepción y la memoria, las operaciones que nos permiten saber que hay una lámpara en el escritorio o recordar el nombre de la capital de Rusia.
Daniel Kahneman
Una historia lo es de eventos que significan algo y momentos memorables, no del tiempo que transcurre.
Te sientas como te sientas, actúa siempre con calma y corrección.
Los mejores pensamientos de mi vida los tuve en mis paseos ociosos.
La creatividad es memoria asociativa que trabaja excepcionalmente bien.
Otro descubrimiento notable es el poderoso efecto del estado de ánimo en este acto intuitivo. Los experimentadores calcularon un "índice de intuición" para medir el grado de acierto. Y descubrieron que, poniendo a los participantes de buen humor antes del test a base de pensar en cosas alegres, el grado de acierto se incrementaba en más del doble.
La formulación de ideasfamiliares en un lenguaje pretencioso se toma como un signo de escasa inteligencia y baja credibilidad.
Tendemos a culpabilizar a quienes deciden por buenas unas decisiones que tuvieron un mal resultado y a no reconocerles medidas acertadas que solo parecen obvias después de aplicadas.
La inteligencia no es solo la capacidad de razonar; es también la capacidad de encontrar material relevante en la memoria y enfocar la atención cuando se necesita,
La naturaleza ha colocado al género humano bajo el gobierno de dos maestros soberanos, el dolor y el placer. Solo por ello establecemos lo que debemos hacer y determinamos lo que vamos a hacer.
Los errores sistemáticos son fruto de inclinaciones, y puede predecirse su recurrencia en ciertas circunstancias.
La emoción no solo es desproporcionada a la probabilidad; también es insensible al grado exacto de probabilidad.
¿Por qué nos interesan los chismes? Porque es mucho más fácil, y también más entretenido, encontrar y etiquetar los errores de otros que reconocer los propios.
Por absurdo que pueda parecer, yo soy el yo que recuerda, siendo el yo que experimenta, el yo que da contenido a mi vida, un extraño para mí.
Nuestra consoladora convicción de que el mundo tiene sentido descansa sobre un fundamento seguro: nuestra capacidad casi ilimitada para ignorar nuestra ignorancia.
Como los científicos cognitivos han subrayado en años recientes, la cognición se encarna; pensamos también con el cuerpo, no solo con el cerebro.
Un aspecto esencial de nuestra vida mental es la capacidad para la sorpresa, y la sorpresa misma es el indicador más sensible de nuestro modo de entender el mundo y de lo que de él esperamos.
Ninguna cosa de la vida es tan importante como pensamos cuando pensamos en ella.
Tal es la esencia de la heurística intuitiva: cuando nos vemos ante una cuestión difícil, a menudo respondemos a otra más fácil, por lo general sin advertir la sustitución.
El estado de ánimo afecta de modo evidente a las operaciones del Sistema: cuando estamos incómodos o tristes, perdemos la sintonía con nuestra intuición.
Tomar decisiones es como hablar en prosa, la gente lo hace todo el tiempo, lo sepa o no.
El estudio del gorila ilustra dos hechos importantes relativos a nuestras mentes: podemos estar ciegos para lo evidente, y ciegos además para nuestra ceguera.
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