Imágenes
La imaginación es el mejor afrodisíaco.
Daína Chaviano
El primer beso puede ser tan temible como el último.
Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor encanto y defecto: estamos hechos de música.
Cierto sabio dijo que Dios no jugaba a los dados con el universo, pero se equivocó. A veces ensaya hasta la ruleta rusa.
Nuestra música es un símbolo, una señal de fuerza, un hilo de comunión con nuestro suelo, una esperanza... Y uno de los lenguajes secretos de Dios.
El amor no es ciego como reza el refrán; lo que ocurre es que los amantes inventan lo que no es y ven lo que no existe.
Somos la imagen que otro refracta desde su corazón.
Un país es como una pintura. De lejos, se distingue mejor.
Uno aprende a amar el lugar donde ha amado.
El amor es un masoquismo.
Los cubanos somos los marcianos de la Tierra, y sólo un extraterrestre puede entender lo que le pasa a otro.