Imágenes
Pero ya sea de azar o de excelencia, todo juego aspira a la categoría de guerra, pues en esta el envite lo devora todo, juego y jugadores.
Cormac McCarthy
No se empieza de nuevo. Ese es el quid. Cada paso que das es para siempre. No puedes eliminarlo.
La verdad no va de un sitio a otro y no cambia de vez en cuando. No se la puede corromper como no se puede salar la sal.
Le reconocí que muy pocas cosas buenas se podían decir de la vejez y él dijo que sabía una y yo le pregunté cuál era. Y él dijo que no dura mucho.
Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar.
Siempre se paga demasiado. Sobre todo por las promesas. No existe promesa que sea una ganga.
Cuando los corderos se pierden en el monte, se les oye llorar. Unas veces acude la madre. Otras el lobo.
¿En qué difiere el nunca será de lo que nunca fue?
Las ideas de azar y de destino obsesionan a quienes se embarcan en empresas temerarias.
No estoy interesado en escribir historias cortas. Cualquier cosa que no gaste años de tu vida y te conduzca hacia el suicidio, difícilmente merecerá ser hecha.
Que un hombre caiga muerto en un duelo no prueba que sus opiniones fueran erróneas.
La verdad siempre es simple. Y lo es por fuerza. Tiene que ser lo bastante simple para que la entienda un niño. De lo contrario sería demasiado tarde. Cuando la comprendieras ya sería tarde.
No creo que la bondad sea algo que se se aprenda. Si te dejan a la deriva por el mundo para aprender sobre la bondad, vas a tener un problema.
Lo que une a los hombres no es compartir el pan sino los enemigos.
Tú piensas que cuando te despiertas por la mañana el ayer no cuenta. Pero es todo lo que cuenta realmente. ¿Qué más hay? Tu vida se compone de los días de que está compuesta.
Donde los hombres no pueden vivir a los dioses no les va mucho mejor.
Hay menos alegría en la taberna que en el camino que conduce a ella.
No podía avivar en el corazón del niño lo que en el suyo propio eran cenizas.
Ten presente que las cosas que te metes en la cabeza están ahí para siempre.
Nunca sabes de qué suerte peor te ha salvado tu mala suerte.
Evoca las formas. Cuando no tengas nada más inventa ceremonias e infúndeles vida.
La leymoral es un invento del género humano para privar de sus derechos al poderoso en favor del débil.
La gente cree saber lo que quiere pero generalmente no es así. Aunque a veces, con suerte, consiguen lo que se proponen.