Imágenes
Para cuerpos sin audacia no está hecha la voluptuosidad de este calor.
Constantino Cavafis
Sin consideración, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mío construyeron. Y ahora estoy aquí y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
Cuando la memoria del cuerpo despierta, su viejo deseo vuelve a rodar en la sangre; cuando los labios y la piel recuerdan mis manos sienten como si tocaran de nuevo.
El arte sabe dar forma a la belleza, con toque imperceptible completando la vida, combinando impresiones, combinando los días.
Que agradable cuando la primavera siembra de flores las verdes campiñas.
Y cuanto de mi amor puedas, memoria, cuanto puedas, tráemelo de nuevo esta noche.
Si imposible es hacer tu vida como quieres, por lo menos esfuérzate cuanto puedas en esto: no la envilezcas nunca por contacto excesivo con el mundo que agita movedizas palabras.
Y he bebido un vino fuerte como beben aquellos que se entregan valerosamente al placer.
Recuerda, cuerpo, no sólo cuánto se te amó, no solo los lechos donde estuviste echado, más también aquellos deseos que, por ti, en miradas brillaron claramente y en la voz se estremecieron.
La risa es como un rayo de sol, todo de oro puro, no hay otro jardín como el del amor.
Pide que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano en que llegues, ¡con qué placer y alegría!, a puertos antes nunca vistos.
Y vi el hermoso cuerpo que parecía como si el amor lo hubiese forjado con su más consumada experiencia plasmando sus armoniosas formas con alegría, elevando esculturalmente la estatura; plasmando con emoción el rostro y dejando a través del tacto de sus manos un sentimiento en la frente, en los ojos, y en los labios.
Dicha y perfume de mi vida, de mi vida en que evité todo goce de amores rutinarios.
Tu llegada allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino.
Contemplé tanto la belleza, que mi vista le pertenece.
Sombra y noche es el silencio; día de luz, la palabra.