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He temido siempre indignar a la razón, pero nunca a los hombres.
Conde de Mirabeau
Los sentimientos y las costumbres que son la base de la felicidad pública se forman en el hogar doméstico.
Existen mujeres casadas que tienen una angustiosa inquietud por realizar labores fuera de su ámbito familiar con detrimento de sus obligaciones de esposas y madres.
Los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno.
Más importante es dar a los hombres buenas costumbres que leyes y tribunales.
Las acciones pueden ser atroces, y las intenciones puras.
Para vivir existen tres métodos: mendigar, robar o realizar algo.
Si queréis triunfar en este mundo, matad vuestra conciencia.
El gobierno no se ha hecho para la comodidad y el placer de los que gobiernan.
El mayor peligro de los gobiernos es querer gobernar demasiado.
Las personas de fuerte pasión son capaces de elevarse a la grandeza.
El recogimiento y la meditación son las primeras potencias del hombre.
Cuando la mayoría de una nación quiere permanecer libre, ¿Puede emplearse una fuerza capaz de impedir que no lo sea?
Gobemar con exceso es el mayor peligro para los gobiernos.
No preguntéis al tiempo nada. La desgracia nunca responde.
Más que la paz del terror y el silencio del despotismo.
El matrimonio es la escuela segura del orden, de la bondad, de la humanidad, que son cualidades mucho más necesarias que la instrucción y el talento.