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Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros.
Cicerón
La renta es más segura que la economía: la economía es hija del orden y de la asiduidad.
Este es el primer precepto de la amistad: Pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos.
El espíritu recto se regocija con el bien y sufre con el mal.
Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.
Una cosa es saber y otra es saber enseñar.
Seamos esclavos de las leyes para poder vivir en libertad.
Puesto que no nos es permitido vivir mucho, debemos por lo menos hacer algo para desmostrar que hemos vivido.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
Dejad que cada cual se entregue a la práctica de aquel oficio que conozca bien.
No es otra cosa la amistad que un sumo consentimiento en las cosas divinas y humanas con amor y benevolencia.
Nada corre tanto como la calumnia, nada se lanza con más facilidad, se acoge con más presteza y se difunde tan ampliamente.
Si quieres aprender, enseña.
La pérdida de nuestras fuerzas es debida más bien a los vicios de la juventud, que a los estragos de los años.
Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.
Haz aquello que sea lo mejor que haya que hacer.
La esclavitud es la sujeción de un espíritu débil y cobarde que no es dueño de su voluntad.
El hambre es el condimento de la comida.
Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia.
La naturaleza nos ha dotado con un incansable deseo de ver la verdad en nuestras mentes.
Casi siempre. a las acciones de los malvados las persigue primeramente la sospecha, luego el rumor y la voz pública, la acusación después y, finalmente, la justicia.
Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.
La enemistad es una ira que busca la ocasión de poder vengarse.
Historia est vita memoriae, magistra vitae.
Nada hay más injusto que buscar premio en la justicia.
La verdadera gloria echa raíces y se expande; los vanos pretendimientos caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.
La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.
Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad.
Tocar el cielo con el dedo.
La necedad es la madre de todos los males.
Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos.
La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.
La verdadera medicina de la mente es la filosofía.
El hombre no tiene enemigo peor que él mismo.
Quien contempla a un verdadero amigo, es como si contemplara a otro ejemplar de sí mismo.
Las verdaderas amistades son eternas.
Los hombres sabios nos han enseñado que no sólo hay que elegir entre los males el menor, sino también sacar de ellos todo el bien que puedan contener.
La temeridad acompaña a la juventud, como acompaña la prudencia a la vejez.
Que animal tan feo es el mono y cuanto se nos parece.
Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos.