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No hay absurdo que no haya pasado por la cabeza de algún filósofo.
Cicerón
Se debe empezar pronto a ser viejo si se quiere serlo mucho tiempo.
Hacer depender la justicia de las convenciones humanas es destruir la moral.
La naturaleza misma ha impreso en la mente de todos la idea de un Dios.
Las ciencias y las letras son el alimento de la juventud y el recreo de la vejez; ellas nos dan esplendor en la prosperidad y son un recurso y un consuelo en la desgracia.
Gran renta es la economía.
Siempre la mala paz es mejor que la mejor guerra.
La observación de la naturaleza y la meditación han generado el arte.
No hay afirmación tan absurda que un filósofo no sea capaz de hacer.
No hay fase en la vida, pública o privada, libre de deberes.
No sé, si, con excepción de la sabiduría, los dioses inmortales han otrogado al hombre algo mejor que la amistad.
Aun cuando digan la verdad, los mentirosos no son creídos.
Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín ya no os faltará de nada.
No se puede decir nada tan absurdo como para que no haya sido dicho por algún filósofo.
No solamente es ciega la fortuna, sino que de ordinario vuelve también ciegos a aquellos a quienes acaricia.
Nada más opuesto a la justicia que la violencia.
La amistad es un acuerdo perfecto de los sentimientos de cosas humanas y divinas, unidas a la bondad y a una mutua ternura.
La ley es, pues, la distinción de las cosas justas e injustas, expresada con arreglo a aquella antiquísima y primera naturaleza de las cosas.
No todo error debe calificarse de necedad.
No hay deber más necesario que el de dar las gracias.
Superstición, aquella en la que se condensa un inane temor de los dioses; religión, aquella que se cimenta en un piadoso cultivo de la divinidad.
Las leyes se han hecho para el bien de los ciudadanos.
Para vivir como es debido, el breve tiempo de la vida resulta bastante largo.
Hago más caso del testimonio de mi conciencia que de todos los juicios que los hombres hagan por mí.
El cultivo de la memoria es tan necesario como el alimento para el cuerpo.
A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos.
La adulación, meretriz del vicio, debe quedar fuera de la amistad.
De la arrogancia nace el odio; de la insolencia, la arrogancia.
Hablo, pero no puedo afirmar nada; buscaré siempre, dudaré con frecuencia y desconfiaré de mí mismo.
El médico competente, antes de dar una medicina a su paciente, se familiariza no sólo con la enfermedad que desea curar, sino también con lo hábitos y la constitución del enfermo.
Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.
El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor.
La victoria es por naturaleza insolente y arrogante.
¿En qué país estamos?
Al embustero no se le da crédito ni siquiera cuando dice la verdad.
El curso de la vida es breve; el de la gloria, eterno.
El derecho exagerado es extremadamente injusto.
No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no sólo es arrogancia, sino también desvergüenza.
La amistad es un perfecto acuerdo sobre las cosas divinas y humanas junto con un sentimiento recíproco de benevolencia y afección.
Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.