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Los adictos al sexo en realidad son adictos a las endorfinas, no al sexo.
Chuck Palahniuk
Tyler me consigue un trabajo de camarero, después me mete una pistola en la boca y me dice que para alcanzar la vida eterna primero tienes que morirte.
A alguna gente solamente la tendrían que dejar entrar en la biblioteca con receta médica.
Otra cosa es que, por mucho que creas que quieres a alguien, te echas atrás cuando el charco de su sangre se acerca demasiado.
El primer mandamiento del ser humano es: Algo tiene que pasar.
No quiero que aceptes el mundo tal como es. Quiero que lo inventes. Quiero que tengas ese talento. Crear tu propia realidad.
Solo con ver a alguien que lleva un parche en el ojo, ya te entran ganas de mirar. Para ver si es de mentira. O para ver el horror que hay debajo.
Me he teñido el pelo. Ahora es negro. Me imaginé que sería más seguro porque me dijiste que las rubias tienen más probabilidades de coger cáncer de piel.
El consenso más importante de la sociedad moderna es la organización del tránsito. La manera como puede interrelacionarse una marea de desconocidos que comparten un mismo camino y viajan casi todos sin incidentes. Con un conductor disidente hay suficiente para crear anarquia.
¿Cómo vivirías si pudieras no morir?
La inspiración necesita enfermedad, heridas y locura.
Así es en gran medida como pasamos la vida. Viendo la televisión. Fumando porquería. Automedicándonos. Desviando nuestra propia atención. Cascándonosla. Negando la realidad.
Inky dice: la nueva forma de estar presente es estar ausente.
Si se plantea la opción entre que no te quiera nadie o bien ser vulnerable, sensible y emocional, entonces quedaos vuestro amor.
Follar era una manera de matar el tiempo. Los franceses lo llamaban la petite mort.
A menos de que todo empeore, nada puede mejorar.
El parte meteorológico de hoy anuncia preocupación creciente seguida de terror desatado.
Construir con madera, construir en fallas, construir en cuencas bajas, cada era crea sus propios desastres naturales.
Todos los días el hecho de que tú vivas implica sufrimiento y miseria para animales y plantas, e incluso para otras personas.
En Ámerica, si tu adicción no se renueva y mejora constantemente, eres un perdedor.
El martes toca en primer lugar Virginia Woolf. Luego Anaïs Nin.
A la gente que amas les puedes hacer cosas peores que matarlos. Lo normal es quedarse mirando cómo el mundo lo hacer por ti.
Lo que yo quiero es que me necesiten. Lo que yo quiero es ser indispensable para alguien. Necesito a alguien que ocupe todo mi tiempo libre, mi ego y mi atención. Alguien adicto a mí. Una adicción mutua.
Todo es muy lejano: la copia de una copia de una copia. El insomnio te distancia de todo; no puedes tocar nada y nada puede tocarte.
Los padres son como Dios, porque a todos nos gusta saber que están ahí y que aprueban nuestra vida, aunque solo recurramos a ellos cuando estamos en crisis y necesitamos algo.
Soy huérfano. Deambulo por el Dunsboro colonial con los pollos deformes de nacimiento, los ciudadanos drogadictos y los niños de la excursión que creen que este jaleo tiene algo que ver con el pasado real. Uno puede fingir. Uno puede engañarse, pero no se puede recrear lo que ya terminó.
En cuanto aparezca algo mejor que el sexo, llamadme.
La primera regla del club de la lucha es que no se habla del club de lucha.
Todos los esfuerzos del mundo no importan si no estas inspirado.
Hasta la luz y el sonido tienen límite de velocidad.
El Gran Hermano no está mirando. Está cantando y bailando. Está sacando conejos de una chistera. El Gran Hermano está ocupado en reclamar tu atención en cada momento que pasas despierto.
Mi meta no es hacerme la vida más sencilla. Mi meta es hacerme más sencilla a mí misma.
La única frontera que queda es el mundo de lo intangible. Todo lo demás es demasiado restrictivo. Está aprisionado por demasiadas leyes.
A toda esa gente a quien se le ha muerto un hijo tienes ganas de decirles: adelante. Culpaos.
Tal vez los humanos son los cocodrilos mascota que Dios tiró por el retrete.
Yo lloraba con más fuerza. Mira las estrellas y desaparecerás.
Tener hijos es el opio del pueblo.
Hay días en que la vida parece ser yo contra todas las tías estúpidas del puñetero planeta.
En ninguna parte pone que tengas que tragarte esto, siempre puedes morirte y ya está.
Cuando sales con un borracho, te fijas en como te llena la copa para que él pueda vaciar la suya.