Imágenes
La soledad no me debilita, me fortalece, me llena de algo extraño que me nutre, me habla de noche, me cuenta cuentos, historias que son verdad, que son verdades.
Chavela Vargas
Y cuando mas feliz estés, de la nada, te saldrá una lagrima por mi recuerdo.
Ayer lloraba por verte, Llorona, y hoy llore porque te vi.
La música no tiene fronteras, pero sí un final común: el amor y la rebeldía.
Hay que saber sentir, que hay que saber luchar para ganarse el respeto de otros y respetar a esos otros.
Amantes del mundo: a veces es más hermoso recordar que vivir.
No soy política, ni militante de nada. El canto es mi instrumento. Y lo digo cantando.
Nadie se muere de amor, ni por falta ni por sobra.
Ni Isabel ni Chabelita, ¡Chavela!
Yo soy como el chile verde llorona: picante pero sabroso.
Lo que duele no es ser homosexual, sino que lo echen en cara como si fuera una peste.
¿Adiós? No, nunca se dice adiós. Se dice: Te amo.
Me duele México. Busqué, encontré a México y lo hice mío. Por eso me duele México. Por eso no entiendo que México no defienda a los suyos, que no salga a gritarle al mundo que es un dolor terrible el que tiene.
Hay veces que pienso que estoy muerta cuando despierto me escucho hablar y pienso que, en realidad, estoy muerta. Pero regreso, siempre regreso a la vida.
Yo soy una de esas gentes que prefiere amar a que la amen. Pero uno tiene que dar las gracias porque la quieran.
México es mi tierra. No nací aquí pero lo amo. Es el país más bello del mundo. Ahorita está dormido el gigante. Lo veo el gigante de América está durmiendo la siesta, la noche o no sé qué pero él no está despierto totalmente.
Tu eras mi único deseo en aquellas noches de borrachera.
Ama sin medida, sin límite, sin complejo, sin permiso, sin coraje, sin consejo, sin duda, sin precio, sin cura, sin nada. No tengas miedo de amar, verterás lágrimas con amor o sin él.
Mi relación con la música viene de la naturaleza, no de la academia. Si yo hubiera estudiado, quizá sería una afamada cantante. Pero no Chavela Vargas.
Para gozar: amor. Para sufrir: amor. Para vivir: amor. Para morir: amor. Para reír: amor. Para llorar: amor... y para todo lo demás amor.
Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego.
Moriré un lunes, el día más aburrido pero no quiero cruces ni llantos. Que dejen descansar a la Vargas.
Que bella es España, qué libertad. Se siente España. Se siente la fuerza de la hembra de Europa que es España, novia del macho de México que es México. Amo a España.
Voy a gritar con toda mi alma para que el mundo sepa que estoy viva. Viva de tanto vivir. Viva de tanto amar.
No condenemos al naufragio lo vivido por nuestro ayer, por nuestro amor yo te lo pido, espera, aún me quedan en mis manos primaveras para colmarte de caricias todas nuevas, que morirían en mis manos si te fueras.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.
Me encanta que haya agasajo cuando esté viva. Cuando esté muerta, que me dejen en paz.
Desde que me subí al avión y vi la bandera de México me emocioné mucho. Yo buscaba a México, yo creía en México sin conocerlo.
He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales. Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo.
Ponme la mano aquí, Macorina.
Si ya te he dado la vida ¿Qué más quieres? ¡Quieres más!
Me encontraré a tú con tú con la muerte. No le tengo miedo; no le tengo miedo; le tengo respeto. Señora aquí estoy, cuando usted quiera.
Me miran como la vieja loca que soy.
Me voy a divertir mucho hasta en el velorio.
Regala tus besos, vende tus caricias, arrenda tu alma... después de mi, haz cuanto quieras.
México tiene magia. Y yo busqué la magia y la encontré.
El amor no existe, es un invento de las noches de borrachera.
Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
Les dejo de herencia mi libertad.
El amor es un paso. El adiós es otro... y ambos deben ser firmes, nada es para siempre en la vida.