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Fui líder de los actores diez años, pero me di cuenta que no sirvo para la política. Los políticos son capaces de humillarse con tal de mantener su posición. Por eso son tan malvados.
Chabelo
Veo al país siempre con optimismo. Creo que el cambio depende de cada uno de nosotros, y no sólo del Presidente.
Si el conductor no es honesto y no cree en lo que dice, el público no creerá nada.
Donde hay un niño hay un ser bello, honesto y maravilloso, ciento por ciento ejemplo de lo que debería ser una persona.
Por eso es tan maravilloso aprender de los niños, porque ellos resuelven sus problemas en forma honesta y vertical.
Entender la vida de otra manera, que no tiene complicaciones, que los complicados somos nosotros, y que el niño en su infinita verdad puede ser de gran enseñanza para el adulto y que mientras éste pueda mantener el recuerdo de sus formas de pensar de cuando era niño vivirá y será capaz de aceptar lo que he oído a lo que venimos al mundo.
Pienso que los seres humanos hemos sido traídos al mundo para ser felices, y la felicidad estriba justamente en ese acercamiento que tú como ser humano te propongas tener con la naturaleza.
Todas las cosas que he hecho en mi vida las realizo con mucho cariño y entusiasmo. Así soy.
Los políticos son capaces de humillarse con tal de mantener su posición. Por eso son tan malvados.
El público es la diferencia, el que participa, y eso es lo que me ha mantenido, por lo que no me queda más que agradecer al público de México que me ha hecho el favor de permitirme hacer durante mi vida lo que me gusta para no tener que trabajar.
El niño en su infinita verdad puede ser de gran enseñanza para el adulto.
A los seis años yo cargaba un costal y sembraba papas. Marcaba los surcos en los que yo había sembrado cada papa. A los 4 ó 5 meses veía cómo, en el lugar en el que yo había colocado una papa, ahora aparecían 15 ó 20 papas. Eso me parecía mágico. Me sentía partícipe de esa magia.
Cuando yo tomé la decisión de dejar el segundo año de Medicina, mi padre sintió que cometía una aberración al abandonar mi carrera para dedicarme a ser actor. Pero enfrenté con valentía la rigidez de su carácter. Yo sabía que el ser actor era tan noble, digno e importante como ser médico.