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El amor es la religión a mejor precio.
Cesare Pavese
Todo lujo hay que pagárselo. Todo es lujo; empezando por estar en el mundo.
La he creado del fondo de todas las cosas que me son más queridas, y no llego a entenderla.
Ninguna mujer contrae matrimonio por interés: todas tienen la astucia, antes de casarse con un millonario, de enamorarse de él.
No hay venganza más bella que aquella que infringen los otros a tu enemigo. Tiene hasta la virtud de dejarte la parte del generoso.
El amor tiene la virtud de desnudar no a los dos amantes uno frente al otro, sino a cada uno delante de sí.
En general está por norma dispuesto a sacrificarse quien de otro modo no sabe darle un sentido a su vida.
Todo el problema de la vida es éste: cómo romper la propia soledad, cómo comunicarse con otros.
En la inquietud y en el esfuerzo de escribir, lo que sostiene es la certeza de que en la página queda algo de no dicho.
He aquí la prueba de que todo en ti es orgullo. Ahora que has reconquistado el permiso de telefonearle y escribirle, no sólo no lo haces, sino que siquiera sientes la necesidad ardiente de hacerlo.
Quien tiene una pasión dominante, odia en función de ella al género humano, porque todos le parecen, con relación a su pasión, rivales o, al menos, resistencias.
Busca en el hombre pobre las virtudes del rico (exquisitez, sentimientos delicados, sociabilidad, etc.) y en el rico las virtudes del pobre (seriedad, pragmatismo sencillo, bondad laboriosa, etc.).
Amor es deseo de conocimiento.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
El dolor es una cosa bestial y feroz, trivial y gratuita, natural como el aire.
La lección es siempre una sola: lanzarse de cabeza y saber aguantar el castigo. Es mejor sufrir por haberse atrevido a obrar en serio, que no haberse atrevido.
El futuro vendrá de un largo dolor y un largo silencio.
Hay una cosa más triste que fallar en los propios ideales: haberlos realizado.
Nadie nos dijo que veniamos a gozar de esta vida.
¿Qué es la vida eterna sino aceptar el instante que viene y el instante que se va?
No se desea poseer a una mujer, se desea poseerla nosotros solos.
Es verdad que sufriendo se puede aprender muchas cosas. Lo malo es que al haber sufrido hemos perdido fuerzas para servirnos de ellas.
Es hermoso escribir porque reúne las dos alegrías: hablar uno solo y hablarle a la multitud.
Niños o adultos nacemos, no nos hacemos.
¡La fuerza de la indiferencia! es la que permitió a las piedras perdurar inmutables durante millones de años.
Las cosas se descubren a través de los recuerdos que de ellas se tienen. Recordar una cosa significa verla por primera vez.
Los hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.
Tienen sentido del humor quienes tienen sentido práctico.
A un padre siempre hay que ayudarlo. Hace falta enseñarle que la vida es difícil. Si después, como es justo, llegas donde él quería, debes convencerlo de que estaba equivocado y que lo hiciste por su bien.
El arte de vivir es el arte de aprender a creer en las mentiras.
Veamos si incluso de esto se puede sacar una lección de técnica.
Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí.
¿Te asombras de que otros pasen junto a ti y no sepan, cuando tú pasas junto a tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?
Con amor o con odio, pero siempre con violencia.
La dificultad de cometer suicidio está en esto: es un acto de ambición que se puede cometer sólo cuando se haya superado toda ambición.
¡A quien no se salva por sí sólo, nadie lo puede salvar!
Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza.
La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.
Las generaciones no envejecen. Todo joven de cualquier época y civilización tiene las mismas posibilidades de siempre.
Es pecado lo que inflige remordimiento.
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