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Si antes había diez personas con derecho a una beca de comedor, y ahora hay 20 personas que la quieren, no hay que dársela a los diez últimos que han llegado. Habrá que aumentar las becas del comedor hasta 20.
Celestino Corbacho
Cuando usted entra en un país de libertades y derechos, no sólo goza de esas ventajas, tiene también las mismas obligaciones que los demás. Lo que este país tiene lo han conquistado sus habitantes con su esfuerzo y su sudor, sea un parque, sea lo que sea. Un país, un barrio, una escalera nunca pueden gobernarse con las normas del último que llega.
De ninguna de las maneras llegaremos a los 4 millones de parados.
En este país todos los inmigrantes que sean necesarios y uno más. Pero todos con contrato de trabajo. Eso debe ser incuestionable. El fenómeno de la inmigración se coloca en una escalera, se coloca en un barrio y se coloca en una ciudad, pero mi opinión es que ni la escalera, ni la ciudad, ni el barrio, pueden funcionar nunca con la norma del último que se empadrona.
No se puede permitir que los chinos abran sus tiendas en festivos, que los paquistaníes vendan bebidas alcohólicas a partir de las 11 de la noche o que los latinoamericanos tengan sus bares abiertos hasta las cuatro de la madrugada.
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