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Artesana de la vida quiero ser, cantar historias que vivan, sentir las cosas que diga.
Celeste Carballo
Los cerditos no soportan que una mujer que una mujer se ponga a cantar de frente, solita su alma con la guitarra. Pero a mi no me preocupan que sean tan canallas, porque cuando los perros ladran es señal de que cabalgas.
Que van a hacer jóvenes viejos cuando se mueran de aburrimiento, rezaran una oración porque se suelte el dinero.
Una chica como yo, no se queda sin tu amor, y no me da lo mismo cualquiera.
Necesito tu amor, ya no me aguanto una mentira más, yo con mi cuerpo de mujer, te voy a dar la verdad...
Si la vida no me alcanza, se me va el tiempo, por favor, te dejo un espacio abierto en la imaginación.
Creo que estoy en libertad para sentir y para amar. Creo que tengo lo que pedí, no me lo dieron, yo lo conseguí. Y aunque ahora siento un poco de frío, creo que el tiempo me traerá el abrigo.
Hoy te canto mi blues cansada de esperar cansada de gritar por tu cariño y es por eso que te pido ahora antes de partir que escuches mi último blues.
Cuando a la gente les gusta algo se les pega y no tienen tantos rollos en demostrarlo.
Me llevé un poco de tu mirada guardada en la mía, te dejé de recuerdo nuestro sueño de anoche. Nos dimos un segundo de vuelo, antes de cerrar la puerta, antes de cerrar la puerta...
No tengas miedo del destino, no tengas miedo a la distancia. Mi corazón esta en tu alma, porque yo siempre estoy muy cerca de tu amor.
No es que este tratando de brutos a todos los demás, no por favor. Pasa que hay cosas que realmente duelen. Mucha gente sueña con una familia, con hijos, y con todas esas cosas. Y cuando ve que sus hijos no lo pueden tener, se asustan, se sienten mal, se ponen realmente muy mal, los agreden, los tratan realmente mal, los hacen sufrir. Y los dejan solos. Entonces uno adquiere como una fuerza extra.
Tratamos de disimular locura y propiedad, pero nunca supimos amar.
Para qué negarlo, es mejor cumplir tu sueño algún día.
Todo el mundo es carne de diván en realidad. Nunca digas de esta agua no he de beber.
Para salir de Devoto hay que tener clara la vida, colectivos y trenes te sacarán de ahí. Y si todo fuera tan sencillo en la vida, no sería tan importante poder salir. Hay que tener muy claro donde ir.
En la pradera yo me quiero quedar, con el murmullo del agua que va, por los arroyos sin parar de cantar, cuando hay viento nos vamos todos a bailar.
Nadie quiere escuchar, nadie aprende a gritar. Gloria al ser que despierta y ama en paz.
Va a ser mejor olvidarse de todo esta vez, va a ser mejor volver a casa después. En el reloj cu-cú sólo son las seis, adiós bebé, parece que fue ayer.
Me consumo en mi fuego, Señor, piedad. De amor me estoy muriendo pero no puedo amar.
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