Imágenes
Ahora él camina por aquel camino tenebroso al lugar de donde afirman no vuelve nadie.
Catulo
Los juramentos de amor son el aliento húmedo de los vientos.
Vivamos, Lesbia mía, y amemos, y a las maledicencias de los viejos severos démosles menos valor que a un as. Los astros pueden morir y volver; pero nosotros, una vez que muera nuestra breve luz, deberemos dormir una última noche perpetua. Dame mil besos.
El sol puede morir y volver a nacer; pero nosotros una vez apagada nuestra breve claridad, hemos de dormir una sola y eterna noche.
Los soles se ocultan y pueden aparecer de nuevo pero cuando nuestra efímera luz se esconde, la noche es para siempre y el sueño, eterno.