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¿Por qué, en general, se rehuye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.
Carlo Dossi
La ley es igual para todos los harapientos.
Creer inteligente al que sabe muchas cosas de memoria es como considerar sabio al que tiene en su casa una gran biblioteca.
Nada vale la ciencia si no se convierte en conciencia.
Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.
No se llega a ser verdaderamente un gran hombre si no se tiene el valor de ignorar una infinidad de cosas inútiles.
A muchos sólo les motiva el dinero para ser honestos.
En el fuego de la verdad las objeciones son sólo fuelles.
Tres cuartas partes de la vida social se gastan en cumplidos, felicitaciones y pésames; cada día nos llegan cartas y tarjetas de visita inútiles que nos obligan a contestaciones más inútiles aún que aquéllas.
Nunca escribo mi nombre en los libros que compro hasta después de haberlos leído, porque sólo entonces puedo llamarlos míos.
El mundo no puede sostenerse sin injusticia.
Máximo signo de final es el principio.
La mitad de la vida es deseo, y la otra mitad insatisfacción.
Guardaos de aquellas ideas que llenan la memoria sin que produzcan otras nuevas ideas, como las fechas.
En la vida, la mitad es deseo, y la otra mitad, descontento.
¿Por qué, Oh insensatos, hacer granujadas fuera de la ley? ¡Hay tanto sitio para hacerlas dentro!
La felicidad se compra mejor con céntimos que con pesetas.
La utopía de un siglo, a menudo se convirtió en la idea vulgar del siglo siguiente.
No se conviertan en grandes hombres, si no tienen el valor de hacer caso omiso de un montón de cosas innecesarias.
Quien habla mucho poco piensa.
El último peldaño de adversa fortuna es el primero de la próspera.
¿Qué pasa si la honestidad no tiene miedo a la prisión?
El que habla mal de una mujer, habla mal de su madre.
Da mucho si quieres ser libre.
En todos los hombres está presente la corrupción: sólo es una cuestión de cantidades.
El falso amigo es como la sombra que nos sigue mientras dura el sol.
Con el amor no se juega. Hay muchos que empiezan por broma y terminan quemándose.
El mejor sistema filosófico de todos es el de Jesucristo: el sistema de la benevolencia.
Un saco lleno de serpientes, en el que solamente hay una anguila; esa es la lotería matrimonial.
El último escalón de la mala suerte es el primero de la buena.
El camino de la verdad es tortuoso. No hay error sin parte de verdad; de manera que podría éste definirse como una verdad incompleta.
Se dice que las palabras distinguen al hombre de las bestias, pero es la palabra precisamente la que revela muchas veces la bestialidad de algún hombre.
En muchas empresas para alcanzar la gloria no importa vencer, basta combatir.
El ingenio está constituido por un tercio de ingenio, un tercio de memoria y el último tercio de voluntad.
La equivocación de muchos ladrones ante el público y la justicia, consiste en no haber robado lo bastante para ocultar su hurto.
El que duda, piensa.
Los tormentos de la bondad que no pueden desfogarse son, a veces, peores que los de la maldad desmermada.
La sonrisa es la belleza, lo que la sal es a los alimentos.
Muchas cosas hay de las que creemos no poder prescindir; después, cuando se pierden o se renuncia a su posesión, advertimos que podemos pasar muy bien sin ellas.
¿Por qué hacer; oh necios!, trampas fuera de la ley, siendo tan cómodo hacerlas dentro de ella?