Imágenes
El disimulo es la ciencia de los Reyes.
Cardenal Richelieu
Hay que escuchar mucho y hablar poco para gobernar bien un Estado.
En cuestines de estado, quien tiene la fuerza frecuentemente tiene la razón, y aquel que es débil difícilmente puede evitar estar equivocado a juicio de la mayor parte de la gente.
No decir sino lo necesario, a quienes es necesario y cuando es necesario.
Los aduladores son como ladrones; su primer cuidado consiste en apagar la luz.
La lealtad es simplemente una cuestión de fechas.
Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.
Dadme dos líneas escritas de su puño y letra por el hombre más honrado y encontraré en ellas motivo suficiente para hacerlo encarcelar.
Luego de tomada una resolución, voy derechamente a mi objetivo, derribando cuanto me cierra el paso.
Dadme seis líneas escritas por el más honrado de los hombres, y hallaré algo en ellas para colgarlo.
Es bien cierto que los españoles aspiran al dominio mundial, como que, hasta ahora, lo único que lo ha evitado son lo disperso de sus dominios y lo escaso de su número.
Con dos líneas de un escrito de cualquier hombre, se puede procesar al más inocente.
Muchos de los que podrían salvarse como particulares se condenan como hombres públicos.
No tengo más enemigos que los del Estado.
El tiempo y yo contra quien sea.
La autoridad apremia a la obediencia, pero la razón persuade.
Yo soy católico, pero antes que católico, francés.