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He aprendido a no desdeñar lo que creen los demás, por raro que parezca. Procuro mantener un criterio abierto, y no son las cosas ordinarias de la vida las que podrían cerrármelo, sino las cosas extrañas, las cosas extraordinarias, las que le hacen dudar a uno si estará loco o en su sano juicio.
Bram Stoker
Incluso mis propias experiencias terribles en el castillo de Drácula parecen ser como una pesadilla que se hubiese presentado hace mucho tiempo y que estuviera casi completamente olvidada, aquí, en medio del aire fresco del otoño y bajo la luz brillante del sol...
Escúchelos. Los hijos de la noche. ¡Qué música la que entonan!
Hay muchas pesadillas para aquellos que no duermen sabiamente.
Me dirigí hacia la parte de atrás y leí, esculpida con grandes letras cirílicas: los muertos viajan deprisa. Había algo tan extraño y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfallecí. Por primera vez empecé a desear el haber seguido el consejo de Johann.
Bienvenido a mi casa. ¡Entre con libertad y por su propia voluntad!
El aullido de los lobos nos llegó desde cerca. Fue casi como si los aullidos brotaran al alzar él su mano, semejante a cómo surge la música de una gran orquesta al levantarse la batuta del conductor.
Creo que hay algo en la naturaleza femenina que mueve al hombre a abandonarse ante ella, dejando que broten libremente sentimientos tiernos y emocionados, sin menoscabo de su hombría.
Pero no estoy con ánimo para describir tanta belleza, pues cuando hube contemplado la vista exploré un poco más; por todos lados puertas, puertas, puertas, todas cerradas y con llave. No hay ningún lugar, a excepción de las ventanas en las paredes del castillo, por el cual se pueda salir. ¡El castillo es en verdad una prisión, y yo soy un prisionero!
Para mí es una experiencia nueva encontrarme a un lunático que habla de filosoía y razona con tanta sensatez.
Sentimos todos que la calma que resplandecía como la luz del sol sobre el rostro y el cuerpo de la muerta, era sólo un símbolo terrenal de la tranquilidad de que disfrutaría durante toda la eternidad.
Mi único consuelo es pensar que estamos en manos de Dios. Con esta fe sería más fácil morir que vivir, y olvidar así toda la peocupación.
La vida, ¿Qué es, al fin y al cabo? Cuando se ha logrado todo lo que se necesita y se sabe que ya no se quiere nada más, ahí acaba todo.
Lo último que vi del conde Drácula fue su terrible mirada, con una luz roja de triunfo en los ojos y con una sonrisa de la que Judas, en el infierno, podría sentirse orgulloso.
Las buenas mujeres dicen toda su vida, y día a día, hora por hora y minuto a minuto, muchas cosas que los ángeles pueden leer.
El lobo seguía aullando de una extraña manera, y un resplandor rojizo comenzó a moverse por entre los cipreses, como siguiendo el sonido. Cuando las voces se acercaron, el lobo aulló más fuerte y más rápidamente.
Había una gran tumba, más señorial que todas las demás, enorme y de nobles proporciones. Sobre ella había escrita una sola palabra: Drácula.
Tenga presente que la risa que llama a la puerta y pregunta: ¿Puedo pasar?, no es auténtica risa. ¡En absoluto! La risa es reina; llega cuando quiere y como quiere. No pide permiso a nadie, no espera a que llegue el momento apropiado. Simplemente dice; Aquí estoy.
En el caso del vampiro que nos ocupa, todas las fuerza ocultas de la naturaleza, profundas y poderosas, deben haberse unido de alguna forma monstruosa.
Aprendemos grandes cosas por pequeñas experiencias.
La desesperación tiene sus propias calmas.
Estoy desconcertado. Dudo, temo, pienso cosas extrañas, y yo mismo no me atrevo a confesarme a mi propia alma.
Es verdaderamente asombrosa la resistencia de la naturaleza humana. En cuanto desaparece el obstáculo que la agobia, sea el que sea -incluso mediante la muerte-, volveremos rápidamente a los primeros principios de la esperanza y de la alegría.
Nadie que no sea una mujer puede consolar a un hombre cuando tiene el corazón destrozado, y él no tiene a ninguna...
... la confianza no puede subsistir en las naturalezas mezquinas.
Aprendemos de los fracasos; no de los éxitos.
Aunque la conmiseración no puede alterar los hechos, sí puede contribuir a hacerlos más soportables.
Recuerde, mi amigo, que el conocimiento es más fuerte que la memoria, y no debemos confiar en lo más débil.
La enfermedad, pues no estar del todo bien es enfermedad, me interesa y también me interesa ella, la dulce jovencita. Me encanta, y por ella, si no por usted, o por enfermedad, vendré.
¡El dolor del insomnio o el dolor del miedo a dormirme, y con los desconocidos horrores que tiene para mí! ¡Qué bendición tienen esas personas cuyas vidas no tienen temores, ni amenazas; para quienes el dormir es una dicha que llega cada noche, y no les lleva sino dulces sueños!
¿Cómo escapar de esta espantosa esclavitud de noche, tinieblas y terrores?
El aire era frío, y el vuelo de las nubes allá en lo alto mucho más evidente. Iban acompañadas por una especie de sonido ululante y lejano, por entre el que parecía escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero había dicho que era de un lobo.