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Los desengaños de la edad madura suceden a las ilusiones de la juventud; esperemos que la herencia de la vejez no sea la desesperación.
Benjamin Disraeli
Cuando quiero leer una novela la escribo.
El hombre no es el creador de las circunstancias, más bien las circunstancias crean al hombre.
Cuando los hombres son puros, las leyes son inútiles; cuando son corruptos, las leyes se rompen.
Se le acaban los nervios a una persona cuando tiene que ser amable todos los días con el mismo ser humano.
Los asesinatos nunca han cambiado la historia del mundo.
Nunca el hombre ideó más perniciosos sinsentidos que en los tratados de comercio.
El secreto del éxito en la vida del hombre consiste en estar dispuesto para aprovechar la ocasión que se le depare.
Hacemos nuestra fortuna y la llamamos destino.
Mi propia elocuencia me embriagó.
Darse cuenta de que se es ignorante es un gran paso hacia el saber.
Ningún Gobierno puede estar seguro por mucho tiempo sin una formidable oposición.
Sostengo que lo característico de esta época es una ansiosa credulidad.
¡Al diablo con tus principios!
Las torpezas de la juventud son preferibles a los aciertos de la vejez.
¡Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres!.
¡Es tan fresca la brisa de la mañana cuando uno ha perdido su dinero!..
Yo nunca aventuré una opinión hasta que tuve sesenta años; y aun lo que entonces hice, fue exponer una opinión familiar añeja de más de un siglo.
No hay más amor que el que se produce de repente.
Todo llega si uno simplemente espera.
El depositario del poder siempre es impopular.
Guárdate del hombre de un solo libro.
El que se ríe del Destino ganará a la Fortuna.
Después de saber cuándo debemos aprovechar una oportunidad, lo más importante es saber cuándo debemos renunciar a una ventaja.
He opinado siempre que todas las mujeres deben casarse, pero los hombres no.
Los críticos son los hombres que han fracasado en la literatura y las artes.
El hombre es verdaderamente grande sólo cuando obra a impulsos de la pasión.
La ignorancia nunca da por terminadas las cuestiones.
Para mi, una persona es agradable cuando está de acuerdo conmigo.
Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.
Odio las definiciones.
El ejercicio de la política en los países del Este puede definirse con una sola palabra: disimulo.
Aumento de medios y aumento de ocios son los dos civilizadores del hombre.
Aun en medio del exceso cabe la moderación.
Todos nacemos para amar; es el principio de la existencia y su único fin.
No hay otra tontería mas perniciosa que haya inventado el hombre que los tratados comerciales.
Como todos los grandes viajeros yo he visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto.
Los demagogos y los agitadores son las personas menos placenteras.
Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarles las suyas y descubrir la nuestra.
Ahora voy a tomar asiento, pero vendrá el tiempo en que me van a escuchar.