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No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás.
Benedicto XVI
Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podremos cambiar el mundo. Ese es el secreto de la auténtica felicidad.
La decisión mayoritaria no resuelve la cuestión de las bases éticas del derecho y de las cosas irrevocablemente justas.
Ir contracorriente y resistir a los ídolos de la sociedad contemporánea forma parte de la misión de la Iglesia.
La ciencia como tal no puede generar una ética y no se obtiene una conciencia ética mediante debates científicos.
El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano.
El hombre lleva en sí mismo una sed de infinito, una nostalgia de eternidad, una búsqueda de belleza, un deseo de amor, una necesidad de luz y de verdad, que lo impulsan hacia el Absoluto; el hombre lleva en sí mismo el deseo de Dios.
El verdadero y más grave peligro en este momento está en el desequilibrio ente posibilidades técnicas y energía moral.
Una condición previa para la paz es el desmantelamiento de la dictadura del relativismo moral y del presupuesto de una moral totalmente autónoma, que cierra las puertas al reconocimiento de la imprescindible ley moral natural inscrita por Dios en la conciencia de cada hombre.
Lo único que permanece eternamente es el alma humana, el hombre creado por Dios para la eternidad. El fruto que queda, por tanto, es el que hemos sembrado en las almas humanas, el amor, el conocimiento; El gesto capaz de tocar el corazón; La palabra que a.
Defendamos el derecho a la objeción de conciencia de los individuos y las instituciones, promoviendo la libertad y el respeto de todos.
Con los crímenes no se dialoga; Hay que concienciarse contra el terrorismo desde el humanismo.
Una fe que nosotros mismos podemos determinar, no es en absoluto una fe.
Hoy vemos cómo la Iglesia está viva, en un momento en que muchos hablan de su declive. No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recepciones, conferencias, etc... No abandono la cruz, sino que permanezco de una manera nueva ante Cristo Crucificado.
El amor es la única fuerza capaz de cambiar el corazón del hombre y de la humanidad entera.
María recibe con gozo el anuncio de que será madre de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. La auténtica alegría nace de la unión con Dios.
Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos.
Gracias de corazón y pido perdón por mis errores.
¿Cómo vivir la fe en Jesucristo en un mundo sin esperanza?
La fe es una realidad viva que es necesario descubrir y profundizar sin cesar, para que pueda crecer. Es ella la que debe orientar la mirada y la acción del cristiano. Porque ella es un nuevo criterio de inteligencia y acción que cambia toda la vida del hombre.
¡Cuántas preguntas se nos imponen en este lugar! siempre surge de nuevo la pregunta: ¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿por qué permaneció callado? ¿cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal? Debemos seguir elevando, con humildad pero con perseverancia, ese grito a Dios: 'levántate. No te olvides de tu criatura el hombre.
Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano.
La homosexualidad es un desorden objetivo. La Iglesia Católica debe acoger con respeto, compasión y delicadeza a todas las personas homosexuales, pero exigiéndoles también que vivan en castidad.
Los católicos deben estar atentos y vigilantes, porque existen fuerzas y grupos que quieren destruir la fe.
Me uno a todos los que se manifiestan por la vida, y ruego para que los políticos protejan al no nacido y promuevan la cultura de la vida.
Lo que caracteriza el poder de la Iglesia no puede ser nunca el tipo de poder de la soberanía política o de dominio de la técnica. Tal afirmación no intenta condenar el poder político como tal, tampoco condena la espada de la justicia que aparece en la carta a los romanos. Lo que condena es la identificación de la Iglesia con el poder político.
Cooperantes de la verdad.
Los derechos humanos son un repertorio de elementos normativos que se han sustraído al juego de las mayorías.
¿Qué significa para nosotros el domingo, el día del Señor? Es un día para el descanso y la familia, pero antes de nada es un día para Él.