Imágenes
A otros, en cambio, Cristo los llama a seguirlo más de cerca en el sacerdocio o en la vida consagrada. Qué hermoso es saber que Jesús te busca, se fija en ti y con su voz inconfundible te dice también a ti: ¡Sígueme!
Benedicto XVI
El mensaje cristiano no sólo informativo, sino performativo. Eso significa que el Evangelio no es solamente una comunicación de cosas que se pueden saber, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida.
De esta amistad con Jesús nacerá también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia.
El hundimiento del comunismo no significa automáticamente la bondad del capitalismo.
En nuestro camino de fe hay momentos de luz y de oscuridad. Si quieres caminar siempre en la luz, déjate guiar por la Palabra de Dios.
Jóvenes amigos, vale la pena escuchar en nuestro interior la Palabra de Jesús y caminar siguiendo sus pasos.
Os pido que os unáis a mi oración por Siria, para que el diálogo constructivo sustituya a la terrible violencia.
Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca.
He dado este paso consciente de la gravedad y de su novedad, pero con una profunda serenidad. Amar a la Iglesia significa también tomar decisiones difíciles, sufridas, teniendo siempre en cuenta el bien de la Iglesia y no el personal.
La búsqueda de la verdad por parte del creyente se realiza confrontando la búsqueda de la Palabra proclamada y la búsqueda de la razón. De este modo, por una parte, la fe se profundiza y purifica, y, por otra, el pensamiento también se enriquece, porque se le abren nuevos horizontes.
La cuestión de la verdad es la cuestión esencial de la fe cristiana.
No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe.
La Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios... no se puede separar a Cristo de la Iglesia.
Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.
El anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña.
Matar a inocentes en nombre de Dios es una ofensa contra Él y contra la dignidad humana.
Siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino Suya y no la dejará hundirse. Es Él quien la conduce, por supuesto, a través de los hombres que ha elegido. Esta es una certeza que nada puede ofuscar. Y es por ello que mi corazón está lleno de agradecimiento a Dios, porque no le falta a toda la Iglesia, ni a mí, su consuelo, su luz y su amor.
La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana.
Los sabios siguieron la estrella y encontraron a Jesús, la gran luz que ilumina a toda la humanidad.
La síntesis entre catolicidad y unidad es una sinfonía, no es uniformidad. Lo dijeron los Padres de la Iglesia. Babilonia era uniformidad, y la técnica crea uniformidad. La fe, como se ve en Pentecostés en donde los apóstoles hablan todos los idiomas, es sinfonía, es pluralidad en la unidad.
Una confusa ideología de la libertad conduce a un dogmatismo que cada vez se revela más hostil contra la libertad.
El totalitarismo es la absolutización de lo que es absoluto, de lo relativo.
La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino.
Toda división entre los bautizados en Jesucristo es una herida a lo que la Iglesia es y a aquello para lo que la Iglesia existe...
Es bueno plantearse la cuestión de si razón y religión no debieran limitarse recíprocamente.
Se rechaza como visión idealista la posibilidad de poderme enriquecer simplemente en la entrega, de reencontrarme a partir del otro y a través de mi ser para el otro. Justamente aquí se engaña al hombre. Se le desaconseja amar. En definitiva, se le desaconseja ser hombre.
La fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación íntima con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios.
El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia y el Señor parecía dormir.
En muchos aspectos el socialismo democrático resultaba y resulta cercano a la doctrina social católica. En todo caso, ha contribuido notablemente a la formación de una conciencia social.
Dios quiere que amemos, que seamos imagen y semejanza suya. Porque, como dice san Juan, Él es Amor.
La división en el clero y la falta de unidad desfiguran el rostro de la Iglesia.
Aunque para el mundo permanezca oculto, siempre sé que estaréis cerca de mí
¿Qué tradición familiar navideña de tu niñez recuerdas todavía?
Si amamos a nuestro prójimo, descubriremos el rostro de Cristo en el pobre, en el débil, en el enfermo y en el que sufre.
Os invito a pedir a Dios que os ayude a descubrir vuestra vocación en la sociedad y en la Iglesia y a perseverar en ella con alegría y fidelidad. Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con valentía y generosidad el camino que él nos proponga.
Hoy tengo presente con afecto a cada religiosa y religioso: que sigan siempre a Cristo con fidelidad, en pobreza, castidad y obediencia.
La verdad no se determina mediante un voto de la mayoría.
Sed siempre sinceros con Jesús y con todos, no sigáis el ejemplo de Judas, cuya culpa más grande fue la falsedad, que es la marca del diablo. Canal oficial del Vaticano en YouTube.
Como la Virgen María, acojamos y custodiemos en nuestro corazón la Palabra de Jesús, para confesarlo como Señor de nuestra vida.
Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario.