Imágenes
Es imposible ser un buen poeta sin ser un buen hombre.
Ben Jonson
El conocimiento es como el fuego, que primero debe ser encendido por algún agente externo, pero que después se propaga por sí solo.
Casi todo lo absurdo de nuestra conducta es el resultado de la imitación que hacemos a aquellas personas con las cuales no nos podemos asemejar.
Las cadenas de la costumbre son tan sólidas que no se sienten, hasta vuelven tan fuertes que nadie las puede romper.
El dinero falso lo hacen los hombres; pero en muchas casos, el dinero, falso o no, hace hombres falsos.
La crítica es un estudio por medio del cual los hombres se vuelven importantes y formidables a muy poco costo.
El arte tiene un enemigo que se llama ignorancia.
La conversación más agradable es aquella de la que no se recuerda nada con precisión, pero deja una impresión general agradable.
Quien no ha afrontado la adversidad no conoce su propia fuerza.
¡Oh salud, salud! ¡Bendición del rico, riqueza del pobre! ¿Quién podría encontrar demasiado caro el precio por comprarte?
La enfermedad comienza, generalmente, esa igualdad que la muerte completa.
El autor que ha alcanzado fama corre peligro de verla disminuir, tanto si se sigue escribiendo como si deja de hacerlo.
Los que no conocen el mal no tienen sospechas.
Nadie conoce su propia fuerza mientras no se ha encontrada con la necesidad.
Los grandes trabajos no son hechos por la fuerza, sino por la perseverancia.
Nuestra entera vida es como una comedia.
El temor a hacer bajezas e indignidades es valor, y es valor también saberlas sufrir cuando se nos hacen a nosotros.
Todo conocimiento tiene por sí mismo algún valor, no hay nada tan pequeño e insignificante que yo no prefiera conocer a ignorar.
Vivir sin iglesia es peligroso.
La ley es último resultado de la sabiduría humana que opera sobre la humana experiencia en beneficio del público.
Bendito sea quien calla cuando no tiene nada que decir.
Las pruebas pesan más en la balanza de la justicia que los más elocuentes discursos.
La gente te ve como te ves a ti mismo.
Los dos poderes más apreciados en un autor son: convertir en familiares las cosas nuevas y en nuevas las familiares.
Toda cita literaria contribuye en cierta medida, a la estabilidad o al incremento del lenguaje.
La literatura es una especie de luz intelectual que, a semejanza de la luz del sol, a veces nos permite ver lo que no nos gusta.
Los gobiernos ejercen poca influencia sobre la felicidad privada de los individuos.
No hay ningún libro por pobre que sea que no sea un prodigio.
Las diversiones publicas son beneficiosas porque apartan a la gente del vicio.
El placer que los hombres pueden proporcionar en la conversación no guarda una proporción fija con sus conocimientos o su virtud.
Después de cometer el error de sufrir un infortunio, el hombre talentoso siempre se recupera.
Los primeros días del hombre son provisión para los últimos.
Los vuelos naturales del espíritu humano no van de placer a placer sino de una esperanza a otra.
Los deseos del hombre aumentan con sus adquisiciones.
El hombre que sabe gastar y ahorrar es el más feliz, porque disfruta de ambas cosas.
La vida es corta, y por desgracia gastamos mucho tiempo pensando cómo se puede disfrutar.
El consejo rara vez es bien recibido, porque el que más lo necesita es el que menos lo desea.
¡Cuán cerca está de ser bueno lo que es hermoso!
La ambición es como un torrente: no mira nunca hacia atrás.
Podemos tomar a la fantasía como compañera, pero debemos seguir como guía a la razón.