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Saberlos conservar (los amigos) es más que el hacerlos amigos.
Baltasar Gracián
La semejanza concilia la benevolencia.
Más es menester para tratar con un solo hombre en estos tiempos, que con todo un pueblo en los pasados.
Al varón sabio más le aprovechan sus enemigos que al necio sus amigos.
No hacer negocio del no negocio.
Muchas cosas que eran algo, dejándolas fueron nada; y otras que eran nada, por haber hecho caso de ellas fueron mucho.
Ciencia sin seso, locura doble.
En boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso.
Merezca cada cosa la estimación por si, no por sobornos del gusto.
El hombre sensato obtiene más de sus enemigos que el necio de sus amigos.
Las verdades que más nos importan vienen siempre a medio decir.
Nunca por la compasión del infeliz se ha de incurrir en la desgracia del afortunado.
Todo lo tiene a quien no se le da nada de lo que no le importa.
Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.
Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona.
Es el hablar efecto grande de la racionalidad, que quien no discurre no conversa.
Más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza.
Hay a veces, entre un hombre y otro, casi tanta distancia como entre el hombre y la bestia.
Para prevenidos no hay acasos.
Huya de entrar a llenar grandes vacíos.
Métense a querer dar gusto a todos, que es imposible, y vienen a disgustar a todos, que es más fácil.
No es necio el que hace la necedad, sino el que, hecha, no la sabe encubrir.
El no admirarse procede del saber en los menos; que, en los más, del no advertir.
Nunca ha habido buena guerra ni tampoco mala paz.
Son los ímpetus de las pasiones deslizadores de la cordura, y allí es el riesgo de perderse.
No hay desierto como vivir sin amigos; la amistad multiplica los bienes y reparte los males, es único remedio contra la adversa fortuna y un desahogo del alma.
Querrían algunos con las manchas de los otros disimular, si no lavar, las suyas; o se consuelan, que es el consuelo de los necios.
La confianza es madre del descuido.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno; lo malo, si poco, no tan malo.
Los más en el mundo no conocen ni examinan lo que cada uno es, sino lo que parece.
Ninguno hay que no pueda ser maestro de otro en algo.
No hay peor locura que enloquecer de entendido, ni mayor necedad que la que se origina del saber.
Son aplaudidas las necedades de un rico, cuando las sentencias de un pobre no son escuchadas.
Es la hermosura agradable ostentación del comenzar.
Aunque muchos son sabios en latín, suelen ser grandes necios en romance.
Hase de hablar como en testamento, que a menos palabras, menos pleitos.
Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.
El primer paso de la ignorancia es presumir de saber, y muchos sabrían si no pensasen que saben.
La fortuna se cansa de llevar siempre a un mismo hombre sobre las espaldas.
Consiste a veces el remedio del mal en olvidarlo y olvidarse el remedio..