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La idea de la muerte ha sido una constante en mi vida. No por miedo sino por temor a morir sola.
Ava Gardner
Animados por la música flamenca, reíamos, bebíamos, salíamos. Yo era su chica, y él mi hombre; así de sencillo. Éramos buenos amigos, además de buenos amantes, y no nos exigíamos demasiado el uno al otro.
La vida no ha sido buena conmigo. Me ha dado fama, riqueza y todo lo que se quiera, pero por lo demás me lo ha negado todo. La mujer que había y hay en Ava Gardner siempre ha sido maltratada y ha sufrido decepciones. A pesar de todo soy una mujer que se esfuerza en vivir y amar la vida.
Nunca tuve intención de desmentir las falsedades que se han escrito sobre mí, ya que con eso lo único que haría es perder un tiempo maravilloso que necesito para mí misma.
Me duele tremendamente que la vida me haya privado de la alegría de ser madre.
Nunca fui uno de aquellos bebedores silenciosos, que beben día y noche sin parar. Me encantaban las fiestas y trasnochar. Cuando bebía, era sólo por el efecto. Con todas las copas que he tomado, no recuerdo haber disfrutado de ninguna. El único motivo por el que bebía era para superar mi timidez.
En cierto modo llegué a odiar mi belleza muy a menudo. Ahora que el tiempo se la ha llevado me proporciona casi un alivio. No me importa envejecer, pero me asusta ser olvidada y volver al anonimato.
Llega un momento en el que te enfrentas al hecho de que te has convertido en un viejo putón.
Cada vez me resulta más difícil divertirme, y cuando ya no consiga ni aburrirme, será el fin.
Si los actores no se estuviesen besando continuamente ante la cámara, se tirarían al cuello para morderse.
Con mis fotografías se podría haber alfombrado el Hollywood Boulevard de acera a acera.
Todo lo que saqué de mis matrimonios fueron mis dos años de psicoanálisis pagados por Artie Shaw.
Soy estrella de Hollywood y a pesar de ello, nunca me he cortado las venas, ni he tomado pastillas para dormir, y eso hoy en día es todo una hazaña.
Supongo que mi inseguridad se explica por mi tremenda timidez. Soy una persona totalmente tímida en todos los sentidos.
Yo no entiendo a la gente a la que le gusta trabajar y hablar de ello como si fuera una especie de deber maldito. Al no hacer nada es como estar flotando en el agua caliente. Encantador, perfecto.
Lo peor de ser actriz es el ambiente que este hecho te crea fuera de los platós.
Supe con absoluta certeza que Luis Miguel era para mí... Yo era su chica y él mi hombre. Era así de sencillo.
Ser estrella de cine es muy aburrido. Lo hago por el dinero, eso es todo. Después de todos estos años sigo sin tener ni idea de qué es el cine. Nunca he sido actriz, pero no sé escribir, ni pintar, ni hacer ninguna otra cosa.
Hollywood era un barrio tranquilo y monótono de Los Ángeles, con palmeras marchitas, edificios despintados, tiendas baratas y cines llamativos.
Si hubiese tenido un hijo, al menos tendría una persona a la que amar, sin temor a separaciones o fracasos. Estuve tentada de adoptar un niño. Si no lo hice fue por temor a no saber educarlo. Tengo que conformarme con mis sobrinos.
Es muy duro enfrentarse al hecho de que el matrimonio con el hombre al que amas, se ha terminado. Es pura agonía.
El cine no me ha tratado muy bien que digamos. Por lo tanto no me siento obligada a reconocerle nada. Si acaso el aspecto económico que es lo único que me interesa.
Rocío, cántame unos cantes pequeñitos.
Cuando en 1986 tuve una apoplejía... hubiera saltado por la ventana. En lugar de eso, seguí adelante. No tenía elección. Aprendí que en la vida hay que perseverar.
Deben ser mis genes de campesina los que me mantienen fuerte y saludable. No importa los esfuerzos que hago por autodestruirme, me las arreglo para sobrevivir.
Adoro España, es un país salvaje y genuino, y sus colores son estupendos y se adaptan muy bien a mi temperamento, un poco dramático y sanguíneo.
No me gusta en absoluto todo lo que se ha escrito de mí, por la sencilla razón de que no es cierto.
Admiro a Greta Garbo. Cuando empezó su crepúsculo tuvo el valor de huir de él y retirarse con dignidad.
Si tuviese que volver a vivir mi vida, la viviría exactamente igual. Tal vez un par de cambios aquí y allá, pero nada en especial.
Sólo tengo una regla en la actuación, confiar en el director en cuerpo y alma.
En el fondo, soy bastante superficial.
Se suele decir que Hollywood destruye a las grandes figuras que ella misma crea, como Judy Garland o Marilyn Monroe, pero yo no estoy segura de eso, ya que todos más o menos ejercemos un control sobre nuestras vidas.
Se piensa que el amor loco puede curarlo todo. Pues no. Si quieres que el matrimonio funcione, necesitas tener algo más en común. Me casé con tres hombres atractivos, de mucho talento, que sabían fascinar a las damas. Supongo que ellos podrían decir lo mismo de mí. Pero teniendo en cuenta que entre mis tres maridos han reunido una colección de veinte esposas, no creo todo fuera culpa mía.
No valgo una mierda actuando.
Tengo muchas ideas fijas y a veces creo que estoy loca.
Hay en Frank 7 kilos de hombre y 43 de pene.
La fama y el dinero no dan la felicidad. Si no tienes un hogar feliz no significan nada.
Vine a este mundo a las diez de la noche y, a menudo, pienso que tal vez por eso me convertí en un ave nocturna. Cuando se pone el sol, me siento más despierta. Se necesita talento para vivir de noche y esa es la única habilidad que siempre he estado convencida de poseer.
Frank Sinatra tenía algo en su voz que solo he oído en otras dos personas: Judy Garland y María Callas. Una calidad que me lleva a desear llorar de felicidad, como un atardecer hermoso o un coro de niños cantando villancicos.