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En América la Independencia no fue del pueblo, y cuando dicen eso mienten como bellacos.
Arturo Pérez-Reverte
En Cádiz, los constitucionalistas liberales no supieron ver lo que era posible y no era posible. Quisieron hacer una constitución radical de la noche a la mañana, y eso era imposible. La misma constitución tenía el gen de su destrucción. Y cuando lees las actas de los debates, ves cómo se odiaban unos a otros.
Me encanta este país. Lo juro. Por eso no me voy.
Sin cultura (me refiero a cultura de verdad, a educación y a lucidez) no hay futuro posible. Los pueblos incultos, sobre todo los deliberadamente incultos, tienen un futuro problemático.
Al final a uno lo derrotan siempre. Creo que la derrota es algo inherente a la condición humana, al hecho de vivir y de pelear. Por mucho que venzas, siempre al final hay alguien que te derrota, siempre hay un Rocroi, por mucho que triunfes siempre hay un iceberg esperando al Titanic.
Tan peligroso puede ser un estúpido ilustrado como un cateto a quien la inteligencia no le sirve para dejar de serlo.
Ese ingenio que tienen esas gentes, que se ve por ejemplo en los narcos, si se aplicara bien y a buenos fines, ¿Qué no serían capaces de conseguir? Pobre gente, qué pena, por eso me da esa furia tan grande.
La guerra no es la anomalía, nos comportamos en la guerra como en la paz. Sólo que en la guerra no funcionan los frenos que la sociedad te pone. Pero si a la sociedad en la que estamos le quitas los mecanismos de control, todo es igual que en la guerra.
¿Por qué nadie llama vándalos a los partidospolíticos que llenan las paredes con su basura en vísperas de elecciones?
Yo he conocido muchos narcos, y los hay que trafican para dar de comer a sus hijos. No lo apoyo, pero puedo tomarme una copa con uno para hablar, por interés, y los prefiero a quienes, de traje y corbata, firman un papel y alargan la mano.
Una tiranía ilustrada, por muy ilustrada que sea, siempre es una tiranía.
La gente se mueve por hambre, la historia de la humanidad la hace el hambre. En España había mucha miseria y América se presentaba como un mundo de oportunidad. Y había que ser muy valiente para embarcarse hacia un mundo desconocido.
Hay veces que uno llega a avergonzarse de ser hombre.
No busco un mundo mejor. Sé que cualquier otro de los posibles será aún peor que éste. Pero éste es el mío y es el que quiero atacar. Que cada cual joda el suyo. Yo no busco denunciar las contradicciones de nuestro tiempo. Yo busco destruir nuestro tiempo.
Las ciudades de todo el planeta están llenas de gente que va de un lugar a otro en vuelos baratos para comprar las mismas prendas que a diario puede ver expuestas en los comercios de la calle donde vive.
El poder siempre intenta domesticar lo que no puede controlar.
Los españoles seguimos siendo los primeros enemigos de nosotros mismos. Empeñados en apagar las luces allí donde las vemos brillar.
Las banderas, sin distinción, siempre las tejieron mercaderes sin escrùpulos y las agitaron demasiados hijos de puta.
La vida es un naufragio, y cada uno echa a nadar como puede.
Algo parecido a la Primavera de Vivaldi silbada por Jack el Destripador en plena faena. En tono bajito, casi íntimo.
Porque somos un país de gilipollas gobernado desde hace siglos por mediocres, analfabetos y acomplejados. ¿Te parece que lo he dicho lo bastante claro?
España es un país cada vez más inculto.
El hombre, como única especie racional, es responsable de su propio exterminio; y que al fin y al cabo no tenemos sino lo que nos merecemos, o sea, un mundo de mierda para una especie humana de mierda.
La historia ha demostrado mil veces que no hay nada mas peligroso como un español acorralado.
El arte no es un producto, sino una actividad. Un paseo por la calle es más excitante que cualquier obra maestra.
A cada instante se pone a cero el contador, y el ser humano tiene un don maravilloso: la oportunidad de empezar, e intentarlo de nuevo.
Si te empeñas, tú mismo puedes ser tan peligroso como cualquiera que se cruce en tu camino.
No hay locura a la que el hombre no llegue, abismo al que no se asome, y lance que el diablo no aproveche cuando hay mujer hermosa de por medio.
El que me niega lo que no merezco me da advertencia, no me quita nada; que en ambición sin méritos premiada, más me deshonro yo que me enriquezco.
Y es que hay chusma infame, gentuza sin conciencia, salvajes miserables a quienes sería insultar a los perros llamar hijos de perra.
Si en España se hubiera estudiado, analizado y debatido el error que resultó de Trafalgar, no se habría repetido el desastre del 98, la guerra de Irak o el 11-M; el saber historia da la lucidez y el conocimiento suficiente para no repetir errores; pero aquí no interesan la historia ni la memoria, porque no dan dinero ni votos.
Mi vida ha sido desordenada y complicada. Se parece, cuando miro atrás, a una habitación donde esté todo revuelto. Escribir novelas es una manera de ordenar cajones y cerrarlos. Nunca estará ordenada del todo la habitación, pero eso la hace más habitable.
Siempre son más transparentes los héroes que los canallas. Los he visto pasar muchas veces camino del olvido o del cementerio, sin dejar atrás más que un redoble de tambores que sólo escuchan ellos.
Simplemente intento comprender. Nadie puede pedir perdón por la historia. Ésta es la que es y somos hijos de ella. En cualquier caso, deberían recordar otra cosa: España se fue hace 200 años de América, así que desde entonces lo han hecho solos. No podemos darnos con el látigo todo el tiempo.
El ser humano pasa la mayor parte de su vida buscando pretextos para atenuar el remordimiento propio.
Las chicas que crecen aprisa tienen los ojostristes.
A diferencia de los humanos, los cánidos casi no conocemos la hipocresía.
Las leyendas solo sobreviven vistas de lejos.
Yo soy jacobino y creo que los estados deben ser fuertes y que la educación debe ser férrea y medieval. Digo que los estados deben ser fuertes, no autoritarios ni totalitarios. Entre los jacobinos no hay nacionalismos posibles, sino un país solidario y a marcar el paso; y el que no quiera ser libre, lo va a ser a garrotazos.
La calumnia hace dudosa la más firme reputación, la crueldad adopta la máscara de la virtud, la venganza usurpa la balanza de la Justicia, y la celebridad situada en lugar equívoco acarrea, a menudo, consecuencias funestas.