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El estado no es más que el bozal que tiene por objeto volver inofensivo a ese animal carnicero, el hombre, y hacer de suerte que tenga el aspecto de un herbívoro.
Arthur Schopenhauer
El amor a la vida no es en el fondo sino el temor a la muerte.
La mujer paga su deuda con la vida, no por lo que hace, sino por lo que sufre.
En general, las nueve décimas partes de nuestra felicidad se fundan en la salud.
A excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia.
Para andar por el mundo es menester ir bien abastecido de cautela y de indulgencia: aquélla sirve para protegernos de daños y pérdidas; esta última, de pleitos y de pendencias.
Ah! Cuando la calidad de la sociedad pueda sustituir a la cantidad, entonces merecerá la pena vivir aunque sea en el gran mundo, pero cien necios puestos en montón no hacen un hombre de talento.
Me dicen que abra los ojos y contemple las bellezas que el sol alumbra; que admire sus montañas, sus valles, sus torrentes, sus plantas, sus animales y no sé cuantas cosas más. Pero entonces, ¿el mundo no es más que una linterna mágica?. Ciertamente el espectáculo es espléndido, pero en cuanto a representar allí algún papel, eso es otra cosa.
La felicidad es solamente la ausencia del dolor.
El hecho de que la vista de los animales nos complazca tanto se debe sobre todo a que nos gusta ver nuestro propio ser tan simplificado ante nosotros.
Toda vida es sufrimiento.
La vida es sólo la muerte aplazada.
Grita la gente por la condición melancólica y desconsolada de mi filosofía. Pero eso se debe meramente a que yo, en vez de fabular un infierno futuro, como equivalente de los pecados de la gente, he mostrado que ya hay algo de infernal allí donde está el pecado: en el mundo.
Ningún dinero mejor empleado que aquel que nos hemos dejado robar, porque nos ha servido para comprar prudencia.
Comúnmente sólo apreciamos el valor de una cosa después de haberla perdido.
Para millones y millones de seres humanos el verdadero infierno es la Tierra.
Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de la oscuridad para brillar.
Cada partida es una anticipación de la muerte y cada encuentro una anticipación de la resurrección.
Lo que falta en la mayoría de las cabezas son dos cualidades emparentadas: juzgar y tener ideas propias. Ambas cualidades faltan de una manera increíble y los que no pertenecen a ellos no comprenden la tristeza de su existencia.
La vida es una tarea a desarrollar.
La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona.
La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones.
De vez en cuando se aprende algo, pero se olvida el día entero.
La arquitectura es una música congelada.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario.
El Don Juan es la expresión viva de lo mucho que la vida está podrida en su núcleo.
El hombre es superior a las bestias, no porque las pueda hacer sufrir, sino porque es capaz de compadecerlas.
Toda verdad atraviesa tres fases: primero, es ridiculizada; segundo, recibe violenta oposición; tercero, es aceptada como algo evidente.
... la verdad se disfraza de ilusión para influir en la voluntad.
El odio y el desprecio se excluyen mutuamente. En no pocos casos el odio a una persona tiene sus raíces únicamente en la estimación involuntaria de sus virtudes.
La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias.
Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.
En verdad, si se considera por una parte el arte, la riqueza, el inmenso número de los medios puestos en acción, y por otra parte el fruto insignificante del resultado, es preciso convenir que la vida es un mal negocio, un negocio en el que los beneficios ni siquiera cubren los gastos.
Con el amor, el individuo se hace esclavo de la naturaleza en un momento en el que sólo cree obedecer a sus propios deseos.
Bien puede decirse que la vida es un episodio que viene a perturbar inútilmente la sagrada paz de la nada.
No hay dinero mejor empleado que el que nos han estafado, porque por él hemos adquirido experiencia.
El hombre no es nunca feliz, pero se pasa la vida corriendo en pos de algo que cree que le hace feliz. Rara vez alcanza su objetivo, y cuando lo logra solamente consigue verse desilusionado.
Siempre me resultó un obstáculo en mi vida y en todo lo que emprendí que hasta una edad bastante avanzada no fuera capaz de formarme una idea lo suficientemente clara de la pequeñez y miseria de los hombres.
Todo hombre quiere llegar a viejo, es decir, a una época de la vida en que pueda lamentarse de las cosas que pasan y anunciar calamidades todavía mayores para el mañana.
Tanto prevalece la salud por sobre todos los bienes exteriores que probablemente un mendigo sano sea más feliz que un rey enfermo.