Imágenes
He seguido la trayectoria en la que he creído y he confiado en mí mismo.
Antonio Saura
El lienzo es un campo de batalla interminable.
Soy un pintor fiel a mí mismo.
Las zonas bien delimitadas del grabado y la imagen multiplicada, tanto como las del dibujo y la ilustración, constituyen compartimentos a un tiempo cerrados y comunicados, separados no solamente por el condicionamiento de su diverso proceder, sino también por el diferente ritual que provoca su ejercicio.
Después de coquetear muchas veces con la muerte, ahora por fin me he muerto.
Algo que debería estar siempre presente en el pintor es la certeza de que en ningún caso debe hacerse verdaderamente pintura cuando se trata de amistad con la escritura, y que, de todas formas, su propio pensamiento plástico solamente podrá coincidir con el pensamiento literario en aquellas zonas en que el escritor, por exceso o descuido, pervierte su placer.
El pintor es el artista que toma más decisiones por minuto mientras trabaja.
Las obras destinadas a perdurar. Vienen de lejos para iluminar el presente, o caminan desde el presente para fructificar en el pasado.
El placer del pintor es el de descubrir estos agujeros para cubrirse, lo cual no significa que las zonas oscuras del placer del texto no puedan corresponderse con las zonas tenebrosas del placer del ilustrador.
La pintura ha sido mi terapia contra el dolor y la enfermedad.
Sucede que la escritura se comporta de forma semejante al cuadro vuelto contra el muro, al descubrir inopinadamente, tras la oscuridad, su certeza, e incluso una sorprendente revelación o correspondencia, aunque a veces, en penosa parada, el vacío de la mente impide tornar la página para poblar el lugar predestinado.
Creo en el amor, en la justicia y en la poesía.
La tela es ante todo una superficie en blanco que es preciso llenar con algo.