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Todo Estado es ético en cuanto que una de sus funciones más importantes es la de elevar a la gran masa de población a un determinado nivel cultural y moral, nivel (o tipo) que corresponde a las necesidades de desarrollo de las fuerzas productivas y por lo tanto a los intereses de las clases dominantes.
Antonio Gramsci
La indiferencia actúa poderosamente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa.
La opinión pública es el contenido político de la voluntad política pública que podría ser discordante: por eso existe la lucha por el monopolio de los órganos de la opinión pública: periódicos, partidos, parlamento, de modo que una sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política nacional, convirtiendo a los disidentes en un polvillo individual e inorgánico.
Mi estado de espíritu hace la síntesis de esos estados llamados optimismo y pesimismo y los supera: soy pesimista por la inteligencia, pero optimista por la voluntad.
La cultura es cosa muy distinta. Es organización, disciplina del Yo interior, apoderamiento de la personalidad propia, conquista de superior conciencia por la cuál se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, sus derechos y sus deberes.
El hombre es creación histórica, expresión de las relaciones entre la voluntad humana -situada en la superestructura de una formación económico-social- y la estructura económica de la sociedad. La escuela o, más genéricamente, la educación desempeña una función muy importante en el desarrollo de esas relaciones al asegurar la transmisión del acervo cultural de una a otra generación.
El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos.
El pesimismo es un asunto de la inteligencia; el optimismo, de la voluntad.
Decir la verdad es siempre revolucionario.
En el principio era el Verbo... No, en el principio era el sexo.
Puesto que debemos construir el país, construyamos directorios, enciclopedias, diccionarios.
Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza.
El tiempo es lo más importante: es un simple sinónimo de la vida misma.
La indiferencia es abulia, parasitismo y cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes.
Lo que se llama opinión pública está estrechamente vinculado con la hegemonía política, o sea que es el punto de contacto entre la sociedad civil y la sociedad política, entre el consenso y la fuerza. El Estado, cuando quiere iniciar una acción poco popular, crea preventivamente la opinión pública adecuada, esto es, organiza y centraliza ciertos elementos de la sociedad civil.
La desdicha produce dos efectos: a menudo extingue todo afecto hacia los desdichados, y no menos a menudo extingue entre los desdichados todo afecto hacia los otros.
Todo movmiento revolucionario es romántico, por definición.
Todos los hombres son intelectuales; pero no todos cumplen la función de intelectuales en la sociedad.
La mayor parte de los hombres son filósofos en cuanto operan en la práctica y en su trabajo práctico está implícitamente contenida una concepción del mundo, una filosofía.
La ilusión es la maleza más tenaz de la consciencia colectiva: la historia enseña pero no tiene alumnos.
El contenido de la prensa está influenciado por una idea: el servicio de la clase dominante, lo que inevitablemente se traduce en una cosa: luchar contra la clase trabajadora. De hecho, del primer al último renglón, el periódico burgués adopta y revela esta preocupación.
El reto de la modernidad es vivir sin ilusiones y sin desilusionarse.
La indiferencia es el peso muerto de la Historia.
Los católicos querrían el Estado intervencionista totalmente a su favor; a falta de esto, o donde son minoría, exigen el Estado indiferente, para que no apoye a sus adversarios.
A menudo el que quiere consolar, ser cariñoso, etc. es en realidad el más feroz de los verdugos. Incluso en el afecto es necesario ser ante todo inteligente.
El que una masa de hombres sea llevada a pensar coherentemente y de un modo unitario el presente real es un hecho filosófico mucho más importante y original que el redescubrimiento, por parte de algún genio filosófico, de una nueva verdad que se mantenga dentro del patrimonio de pequeños grupos intelectuales.
Pesimismo del espíritu, optimismo de la esperanza.
Mi pragmatismo consiste en saber que si golpeas tu cabeza contra la pared, es tu cabeza la que se romperá y no la pared.
La conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados orgánicos infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y universitarios.