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Cuando pienso en mi vocación no temo a la vida.
Antón Chéjov
La literatura es mi esposa legítima y la medicina mi amante. Cuando me canso de una, paso la noche con la otra.
El mundo no perece por los bandidos y los incendios, sino por el odio, la hostilidad, y todas estas pequeñas rencillas.
He observado que después del matrimonio las personas dejan de ser curiosas.
No puede ser hermoso lo que es grave.
La pena capital mata de inmediato, mientras que la cadena perpetua lo hace lentamente. ¿Quién es más verdugo? ¿El que te mata en pocos minutos o el que tarda toda una vida?
Es algo malo para el escritor asumir lo que no entiende.
Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.
Cuando se sugieren muchos remedios para un solo mal, quiere decir que no se puede curar.
En la naturaleza, una repugnante oruga se transforma en una mariposa encantadora; en cambio, entre los hombres ocurre lo contrario: una encantadora mariposa se transforma en una oruga repugnante.
Encontraremos paz. Escucharemos ángeles. Veremos el cielo centelleando con diamantes.
La fe es una aptitud del espíritu. Es, de hecho, un talento: se tiene que nacer con ella.
La brevedad es la hermana del talento.
El amor es un escándalo de tipo personal.
Las personas que viven solas siempre tienen algo en su mente que estarían dispuestos a compartir.
Los infelices son egoístas, injustos, crueles e incapaces de comprender al otro. Los infelices no unen a las personas, las separan.
La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.
A la gente le encanta hablar de sus enfermedades, a pesar de que son las cosas menos interesantes de sus vidas.
El mar no tiene ni sentido ni piedad.
El gobierno no es Dios. No tiene derecho a quitar lo que no puede regresar.
Los hipócritas pretenden ser palomas, políticos, literarios, águilas... Pero no se deje engañar por su apariencia, no son águilas, son ratas.
Aislarse en el trabajo creativo es mejor que las críticas negativas que no hacen nada en absoluto.
No hay nada más terrible, insultante y deprimente que la banalidad.
Hay que hablar de cosas serias en serio.
Confieso que enterrar a algunas personas constituye un gran placer.
Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar.
Un perro hambriento sólo tiene fe en la carne.
El amor, la amistad y el respeto no unen tanto a la gente como un odio común hacía alguna cosa.
El arte de escribir consiste en decir mucho con pocas palabras.
El que nada constantemente en el mar ama la tierra firme.
Del mismo modo que estaré solo en mi tumba, vivo esencialmente solo.
Hay algo hermoso, poético y conmovedor cuando una persona ama más que el otro, y el otro es indiferente.
La Universidad saca a la luz todas las capacidades, incluida la incapacidad.
Sólo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.
El hombre vulgar espera lo bueno y lo malo del exterior, el hombre que piensa lo espera de sí mismo.
Si realmente reflexionas, todo es maravilloso en este mundo, todo, excepto nuestros pensamientos y acciones cuando nos olvidamos de reflexionar.
Más vale un canario perverso que un piadoso lobo.
Cualquiera que sea el tema de la conversación, un viejo soldado hablará siempre de guerra.
Es fácil conquistar al que piensa que está conquistado.