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Siempre se conservan las huellas de nuestro origen.
Anónimo
Un puñado de paciencia vale más que un balde de sesos.
El ausente todos los males teme.
El orgullo quiere hacer más, el humilde quiere obedecer más.
Quien se considere un escéptico hará bien en dudar, en ocasiones, de su propio escepticismo.
Si queremos trepar debemos asirnos a las ramas y no a las flores.
Una noche pensando en ti mis ojos se humedecieron entonces comprendí lo mucho que te quiero.
la musica es como una mujer muy hermosa: a muchos les puede gustar, pero solo pocos tienen la suficiente gracia para tocarla.
Una excusa es media hermana de una mentira.
No te fijes en mi cuerpo, ni en mi cara, ni tampoco en mi figura, solo fíjate en mi corazón que te ama con locura.
Peor que mentir es silenciar la verdad.
A veces, lavándonos las manos, nos ensuciamos la conciencia.
Estamos inundados de información y sedientos de conocimiento.
Mañana es el mote del diablo, el favorito refugio de la inepcia y la pereza, la sima que se traga los proyectos esbozados y las resoluciones demoradas.
No te preocupes por lo que digan de ti, ni siquiera Dios ha logrado caerle bien a todo mundo.
Bebed, hermanos, bebed, para que el diablo no os halle ociosos.
Los tiempos mudan, y los hombres empeoran.
El amor es como la luna: cuando no crece es que mengua.
Hay doncellitas a quienes únicamente faltan las alas para ser perfectos... patos.
Un amigo no es el que te hace reír con mentiras, sino el que te hace llorar con sus verdades.
Qué razón tenía Cupido al unir nuestros destinos, Te quiero!.
Fe: Yo te quiero porque te creo y no porque te entiendo.
El arte es una entre las condiciones de la vida humana, siendo un medio de comunicación entre los hombres.
El orador se hace, el poeta nace.
Dios ha construido un circuito en el cielo y se ha llevado a Senna para que corra con él.
La vida son las vacaciones de la muerte.
Los años arrugan la piel, pero el corazón lo arruga el egoísmo.
Es mejor ser citado que ser honesto.
Un padre mantiene a diez hijos, pero diez hijos no mantienen a un padre.
Sólo un valiente tiene las suficientes agallas para confesar que tiene miedo.
La felicidad es algo tan cercano, que muchas veces no la sabemos apreciar sino cuando la perdernos.
A mí que me den lo que sea -poco o mucho- pero que no me den muchas explicaciones. En las explicaciones está lo superfluo y la pura dispendiosa pérdida.
Las ideas, al igual que las uvas, crecen en racimos.
Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida, en media pena.
No hay en la vida de nadie un día que no tenga su importancia.
Se puede distinguir siempre entre la suerte y la habilidad por su duración.
La política es como patinar sobre ruedas. Se va en parte a donde se desea, y en parte a donde le llevan a uno esos malditos patines.
Las costumbres son al principio telarañas; después, cadenas.
¿Habrá bastado una noche de sueño entrecortado para dejarme lleno de amor hasta el fin de mi existencia?
Cuando uno está muerto, lo está por largo tiempo.