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Sólo cuando meditamos lo que nos cuestan nuestros hijos, empezamos a darnos cuenta de la deuda que tenemos contraída con nuestro padres.
Anónimo
El secreto del éxito es un secreto a voces. Pero son voces que todos pueden oír y pocos quieren escuchar.
Lo trágico surge a partir de la acumulación de lo insignificante.
Lo absurdo, bien presentado y lanzado audazmente, tiene a veces un extraño poder.
Los prejuicios son lo más perdurable que existe en el espíritu humano.
Las dietas para adelgazar sirven a la gente para ganar peso más lentamente.
El hastío de la belleza engendra el gusto por lo singular.
Eres libre de lo que has renunciado y esclavo de lo que deseas.
El tiempo cura todas las heridas.
Si aceptas tus limitaciones podrás ir más allá de ellas.
lo que puedas hacer mañana, no lo hagas hoy.
Amores encontrarás como piedras en un rió, pero nunca encontrarás un amor como el mío.
¿Buscas algo? Googlealo. ¿Buscas a alguien? Facebookealo. ¿Quieres pensar? Twittealo.
Por más dulce que ésta sea, siempre tiene su agriecito.
El mundo es tu propio palacio o tu cárcel.
El que fuere solo y pobre no busque mujer bonita, pues pensarán los amigos que es pila de agua bendita.
El que está primero en el tiempo, es primero en el derecho.
La gente achaca sus males a la generación anterior, porque sólo le queda otra opción.
Y si es joven es un potro.
La lógica es el arte de estar equivocado con confianza y seguridad.
De la misma condición;
Cada día hay que empezar a vivirlo como si fuese el primero.
El que habla siembra; el que escucha recoge.
Mujer vieja es un fantasma.
El amor es cosa de dos pero siempre hay una tiparraca que no sabe contar. El es mio & de nadie mas !
Los amigos son como la sangre, cuando se está herido acuden sin que se los llame.
Por naturaleza, nos aproximamos mucho unos a otros; por educación, nos distanciamos mucho unos de otros.
El que no perdona a su enemigo, no será perdonado de Dios.
Y por temor al difunto.
Los preceptos del Derecho son: vivir honradamente, no hacer daño a otro y dar a cada uno lo suyo.
El extraño enseguida reconoce los defectos, los méritos mucho después.
Lo más difícil en medicina no es salvar de la muerte, sino salvar de la enfermedad.
El corazón no habla pero acierta.
La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la habilidad para arreglarlos.
Después de esto, luego por esto.
Un loco es aquel al que no le importan las circunstancias, sólo le importa el suceso.
Cuando una mujer te hable, sonríele, pero no la escuches.
Puedes pretender olvidar el pasado, pero siempre lo tendrás presente.
No es fácil que cure el enfermo que deja heredero a su médico.
Cásate demasiado pronto y te arrepentirás demasiado tarde.
