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La vida es como un cesped en que estas postrado... levantate y aprovecha antes que el cesped te cubra...
Anónimo
Casa mía, casa mía, por pequeña que seas, pareces una abadía.
Cuando no existía nada, el amor existía; y cuando nada quede, quedará el amor. ¡Es el primero y el último!
Los amigos son como los taxis, cuando hay mal tiempo escasean.
Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo a que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus propias alas.
Seis horas de sueño bastan al joven y al anciano; siete le dejamos apenas al perezoso a nadie le concedemos ocho.
Contentarse con lo que se tiene, es el principio de la verdadera independencia.
Un caballero no puede pegar a una mujer ni siquiera con una flor.
De noventa enfermedades, cincuenta las produce la culpa y cuarenta la ignorancia.
Si crees que la enseñanza es cara, prueba con la ignorancia.
La ilusión vale cuando la realidad la toma de la mano.
Ármate de libros y vencerás. Son las mejores armas para la lucha de la vida.
Deseara yo que los libros se hiciesen para enseñar en vez de eso se escriben para hacer alarde de saber.
Cuando Dios cierra una puerta abre una ventana.
El problema de no saber donde se va, es que no sabes si llegarás.
Con el dinero se puede comprar el libro, pero no la inteligencia, el lujo, pero no la belleza.
El objetivo de la crítica es dejar al criticado con el sentimiento de que ha recibido una ayuda.
Adonde se inclina el corazón, allí se inclina el pie.
Lo que puede hacerse con pocos medios, es vano intentarlo con muchos.
No importa qué tan buena o mala sea tu vida, despierta cada mañana y agradece de que aún tienes un día más de vida.
Lo malo de hacer sugerencias inteligentes es que te elijan para realizarlas.
Los holgazanes saben siempre la hora que es.
Los privilegios no tienen ningún valor cuando atentan contra el Estado.
Las plumas que escriben sobre el desarme están elaboradas con el mismo acero que los cañones.
El que tiene fe en Dios no construye sobre la arena.
¡No fabriquéis tragedias con triquiñuelas ni matéis mariposas con escopeta! ¡Tomadlo a broma!
Si hubiera sabido que los precios de las acciones iban a caer tan drásticamente, las habría vendido antes.
Más vale bien casado que mal aclerigado.
A quien da consejos no le duele la cabeza.
Los fallos de los cocineros se tapan con las salsas, los de los arquitectos con flores y los del médico... con tierra.
No te escupo la cara porque la vida lo va a hacer mejor que yo.
Guárdate del que adula indebidamente; te censurará también injustamente.
La juventud es una época de cambios rápidos. Mientras el hijo está entre los doce y los diecisiete años, el padre puede envejecer treinta.
El que nunca fue cosa y después cosa lo hacen, cuando se pone a hacer cosas, ¡Dios mío que cosas hace!
El recuerdo de los objetos que nos han llamado la atención, las ideas que han embargado nuestro pensamiento, nos siguen en nuestro retiro y lo pueblan, a pesar nuestro, con imágenes más seductoras que los objetos mismos, haciendo nuestra soledad más peligrosa que el tumulto de la sociedad.
Trata tú mismo de reconocer tus defectos, puesto que tus amigos no te advertirán de ellos por no hacerte daño, y tus enemigos porque se alegran de tus faltas.
El buen humor gana batallas que la fuerza y la razón perderían.
Eso es lo bueno de estar juntos que cuando uno flaquea el otro toma el relevo y aora yo me siento fuerte, muy fuerte...
Amor mío, te conocí por casualidad, te saludé por educación, te besé por atracción pero jamás pensé que tus besos serían mi mayor adicción.
Bienaventurados los que se ríen de sí mismos, porque ellos nunca pararán de divertirse.
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