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Sin entidades de gestión como la SGAE estaríamos en una época medieval donde sólo los muy pudientes se dedicarían a crear.
Ángeles González-Sinde
La cultura es un arma de construcción masiva.
¿Para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuantos gigas? ¿Para mandar e-mails?
Es 'asustante' que los libros circulen libremente por la Red.
Hoy día todos somos internautas, y ellos también tienen puntos de vista a tener en cuenta. Creo que se va a encontrar una solución buena para todos. Lo primero que quiero hacer es reunirme, hablar y escuchar para entender todos los puntos de vista.
Las reglas del juego han cambiado: han llegado las descargas en Internet de la forma más intensa que podíamos imaginar, cada vez hay menos tiendas donde exhibir nuestros productos, también hay problemas de promoción, exhibición...
Lo que más me gusta de los toros, como del teatro, es la emoción compartida: 20.000 almas en silencio. Atención absoluta sobre un mismo pensamiento. ¡Qué energía! Y los pasodobles. Sé que está mal y debería curarme de esto, pero amo tanto ese bien escaso, un emocionante silencio.
Internet y la digitalización no son un simple salto tecnológico más, sino una descomunal mutación cultural, económica y política sin precedentes.
Gaudí por si solo genera más empleo en Barcelona durante un solo día que quienes desprecian a los creadores.
Mozart vivía en la miseria por no tener derechos de autor.
Amo los toros, nunca dejan de seducirme.
Los internautas saben que hay que ordenar el espacio que es Internet, que es el medio más fabuloso para la difusión del conocimiento, de la información, de la cultura y de la comunicación. Pero estamos un poco por detrás de otros países europeos y debemos encontrar una manera razonable para todos, tanto usuarios como los que generan los contenidos, porque si no nos vamos a quedar sin contenidos.
No hay que gobernar según lo que diga la prensa ni la opinión pública. O al menos, no solo en base a eso.
Se debería atajar el problema de la distribución por Internet. Estados Unidos confecciona una lista con los países más deficientes en cuanto a propiedad intelectual y España es el único país europeo. Eso no es positivo.
Aunque digan que soy una incompetente, tengo la certeza que no lo soy, a lo mejor deberían hacerselo mirar ellos mismos.