Imágenes
Un ángulo me basta de mis lares, un libro y un amigo, un sueño breve que no perturben deudas ni pesares.
Andrés Fernández de Andrada
El ánimo constante no ostenta su grandeza en negar a los males sentimiento, mas sólo en no abatirse a su aspereza.
¡Cuán callada que pasa las montañas el aura, respirando mansamente! ¡Qué gárrula y sonante por las cañas! ¡Qué muda la virtud por el prudente! ¡Qué redundante y llena de ruido por el vano, ambicioso y aparente!
Como los ríos, que en veloz corrida se llevan a la mar, tal soy llevado al último suspiro de mi vida.
El corazón entero y generoso al caso adverso inclinará la frente antes que la rodilla al poderoso.
Más triunfos, más coronas dio al prudente que supo retirarse la fortuna, que al que esperó obstinada y locamente.
Aquel entre los héroes es contado que el premio mereció, no quien lo alcanza por vanas consecuencias del estado.
Fabio, las esperanzas cortesanas prisiones son do el ambicioso muere y donde al más astuto nacen canas.
Una mediana vida yo posea, un estilo común y moderado, que no lo note nadie que lo vea.