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No soy un jugador, sino un hombre curioso, y especialmente de las mujeres.
Andrea Calogero Camilleri
¿Un ministro en ejercicio llegara a decir que había que convivir con el crimen organizado?
Los periodistas como Ragonese sólo escuhan una versión, la de sus amos, porque tienen el alma de siervos.
Para saber qué es una mujer, cómprense los DVD de las dos películas de Pabst. Después, no tendrá nada que preguntar.
Descubrí que todas las mujeres tienen, más o menos en secreto, un poco de Angélica.
Los pensamientos son los peores enemigos de la barriga.
Las tres cuartas partes de los que leen los periódicos, leen sólo los titulares, y esto es una hermosa costumbre italiana, dicen una cosa contraria de lo que dice el artículo.
Helena fue, sencillamente, todas las mujeres a las que los hombres, en el curso de los siglos, han amado y odiado. Una y cien mil. Nunca "ninguna".
¿Un senador, condenado en primera instancia por estar en connivencia con la mafia, volviera a presentarse y fuera reelegido?
Esa calmada pero sobrehumana determinación de la que sólo algunas mujeres son capaces a veces.