Imágenes
El arte es un método de levitación, separa a uno de la esclavitud de la tierra.
Anaïs Nin
Nuestra vida está compuesta en gran parte por sueños. Hay que encaminarlos a la acción.
El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía.
Sólo creo en el fuego. Vida Fuego. Estando yo misma en llamas enciendo a otros. Jamás muerte. Fuego y vida.
Soy francesa, una francesa que ama, admira y respeta su país, una verdadera francesa.
Yo, que siempre había querido que me desgarraran el vestido.
Hay sólo dos clases de libertad en el mundo; la libertad del rico y poderoso, y la libertad del artista y el monje que tienen el coraje de renunciar a las posesiones.
El poeta es aquel que es capaz de mantener la visión fresca del niño vivo.
La vida se dilata o expande en proporción al propio coraje.
Soy plenamente responsable de mis propias limitaciones.
Las personas que viven profundamente no tienen miedo a la muerte.
La memoria es una gran traidora.
La vida ordinaria no me interesa. Sólo busco los momentos altos. Estoy de acuerdo con los surrealistas, en la búsqueda de lo maravilloso.
Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo. Libre o no libre, casado o soltero, heterosexual u homosexual, son aspectos que varían de cada persona. Hay quienes son más expansivos, capaces de varios amores. No creo que exista una única respuesta para todo el mundo.
Era pasada la medianoche. La ciudad, tan llena de gente e intransitable durante el día, estaba silenciosa y vacía.
El mejor momento para ti y para mí no es cuando razonamos, sino cuando no lo hacemos.
Cuando haces un mundo tolerable para vos, haces un mundo tolerable para otros.
Mi poder es femenino; exige combatir pero no vencer.
La carne contra la carne produce un perfume, pero el roce de las palabras no engendra sino sufrimiento y división.
La única anormalidad es la incapacidad de amar.
Nunca me he tomado la molestia de describirme en el Diario, tiene gracia hablar con alguien sin decirle quién se es. Ahora voy a cumplir ese pequeño deber.
Se aferra a su imagen buscando en mí la vida y la fuerza.
La pasión meda momentos de plenitud.
Suicidarse es fácil.
La vida se expande o contrae de acuerdo a su valor.
Sus brazos me rodearon. Vacilé. Me atormentaba un torbellino de sentimientos, deseaba su boca, pero tenía miedo, sentía que estaba por besar a un hermano, pero estaba tentada...
No tengo ninguna moralidad. Sé que la gente se horroriza, pero no yo. Ninguna moralidad mientras el daño hecho no se manifieste por sí mismo. Mi moralidad no se reafirma cuando me enfrento con el dolor de un ser humano...
Yo, con un instinto profundo, elijo un hombre que provoca mi fuerza, que ejerce demandas enormes sobre mí, que no duda de mi coraje ni mi rudeza, que tiene coraje de tratarme como una mujer.
Somos como escultores, constantemente tallando en los demás imágenes que anhelamos, necesitamos o deseamos, a menudo en contra de la realidad, contra su beneficio, y siempre, al final, un desengaño, porque no se ajusta a ellos.
Quiero vivir tan sólo para el amor del hombre y como artista. Como amante, como creadora. Nada de maternidad, de inmolación, de generosidad. La maternidad sería otra vez la soledad: dar, proteger, servir, entregarse.
No vemos las cosas tal como son, las vemos como somos nosotros.
Cuando quedas atrapado en la destrucción, debes abrir una puerta a la creación.
Mi vida se dificulta por mi pensamiento y la necesidad de comprender lo que estoy viviendo.
Cuando se escribe para sí mismo, nunca se es alabado, ni admirado, sino siempre corregido.
Era inevitable. No podía eliminar mi diario cuando alcanzaba el clímax de mi vida, en el preciso momento en que más lo necesitaba para conservar mi sinceridad, por grande que fuera mi crimen.
Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré de mi mundo. Me adapto a mí misma.
Sólo la fibra de la creación puede recrear su propia vida perdida.
Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros, un mundo que tal vez no habría nacido si no lo hubiéramos conocido.
Vergüenza es la mentira que dices cuando hablas de ti mismo.
Cuando cambiamos interiormente, debemos cambiar también los objetos que nos rodean.