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En el futuro no le tendré miedo a la verdad, puesto que cuanto más se la pospone, tanto más difícil es enfrentarla.
Ana Frank
Trescientos cincuenta aviones ingleses descargaron medio millón de kilos de explosivos sobre Ijmuiden (Holanda), haciendo temblar las casas como hojas al viento.
No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda.
A Peter le cuento cosas con gran facilidad, que a otros nunca les cuento. Así, por ejemplo, le he dicho que más tarde me gustaría mucho escribir, e incluso ser escritora, o al menos no dejar de escribir aunque ejerza una profesión o desempeñe alguna otra tarea.
Podrán callarnos, pero no pueden impedir que tengamos nuestras propias opiniones.
A la gente no se la conoce bien hasta que no se ha tenido una verdadera pelea con ella. Solo entonces puede uno juzgar el carácter que tienen.
He llegado al punto donde nace toda esta idea de escribir un diario: no tengo ninguna amiga.
El ser humano puede sentirse solo a pesar del amor de muchos, porque para nadie es realmente el más querido.
Afuera no hay canto de pájaros, y dentro un silencio sofocante se cierne sobre todos y todas las cosas, y parece arrastrarme hacia un abismo.
Los padres sólo pueden dar buenos consejos o ponerlos en el camino del bien, pero la formación del carácter de una persona reside en ella misma.
Las mujeres son soldados mucho más valientes y heroicos, que combaten y padecen dolores para preservar a la humanidad, mucho más que tantos libertadores con todas sus bonitas historias...
Tengo la sensación de ser un pájaro enjaulado, al que han arrancado las alas violentamente, y en la más absoluta penumbra, choca contra los barrotes de su estrecha jaula, al querer volar.
Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados.
Déjenme en paz, déjenme dormir una sola noche sin mojar de lágrimas mi almohada, sin sentir que mi cabeza está a punto de estallar y sin que ardan mis ojos. ¡Déjenme marchar, déjenme abandonarlo todo, y sobre todo este mundo!
Temo que abusan de mi cerebro, ya de por sí poco brillante, y que no quedará nada de él después de la guerra.
Todos vivimos con el objeto de ser felices; nuestras vidas son completamente diferentes aunque sea la misma.
Sé muy bien que en ese caso el círculo de personas en torno a mí se reduciría bastante, pero ¿qué importaría que no me quedaran sino unas pocas personas? Pocas, pero sinceras.
Mientras puedas mirar al cielo sin temor, sabrás que eres puro por dentro, y que, pase lo que pase, volverás a ser feliz.
¡Qué maravilloso es que nadie necesite esperar ni un solo momento antes de comenzar a mejorar el mundo!
Tuve la suerte de ser arrojada bruscamente a la realidad.
Nunca creeré que los poderosos, los políticos y los capitalistas sean los únicos responsables de la guerra. No, el hombre común y corriente, también se alegra de hacerla. Si así no fuera, hace tiempo que los pueblos se habrían rebelado.
Creo que a pesar de todo, la humanidad es buena.
Una persona puede sentirse sola, aún cuando mucha gente la quiera.
El papel es más paciente que los hombres.
Llegará el día en que termine esta horrible guerra y volveremos a ser personas como los demás, y no solamente judíos.
Tengo que defender mis ideales. El tiempo dirá cuándo podré llevarlos a cabo.
Siento las cosas de modo distinto a cuando las digo.
Sé lo que quiero: tengo metas y opiniones. Dejadme ser yo misma, con esto me basta y me sobra.
Piensa en toda la belleza que queda a tu alrededor y sé feliz.
No abandono mis esperanzas, por absurdas e irrealizables que sean. Continúo creyendo en la bondad innata del hombre. No se puede construir sobre la base de la muerte, la miseria y la confusión.
¿Debería, en fin llorar todo el día? No, no puede ser. Además, con el tiempo la tristeza se disipa...
Los dos miramos el cielo azul, el castaño sin hojas con sus ramas llenas de gotitas resplandecientes.
Cuando uno se pone a pensar en sus semejantes, podría echarse a llorar; en realidad podría pasarse el día llorando.
Desde que la vida empezó, la regla se estableció: ¡Nuestras faltas ignoramos, las del prójimo aumentamos!
¿Acaso no acabo de decir que no me quiero precipitar? Perdóname, no por nada tengo fama de ser un manojo de contradicciones...
Ganarse la felicidad implica trabajar para conseguirla, y hacer el bien y no especular ni ser un holgazán. La holgazanería podrá parecer atractiva, pero la satisfacción solo la da el trabajo.
¿Cuándo se nos concederá el privilegio de respirar aire fresco?
Quiero que algo de mí perdure después de la muerte.
Quien es feliz hace feliz a los demás también.
El castaño está en flor de arriba abajo. Además, está lleno de hojas y se ve mucho más bonito que el año pasado.