Imágenes
Quiero cantar a la libertad.
Amaia Montero
Viendo llover, nos quedamos dormidos; viendo llover el cielo azul de un domingo.
Cuando leas esta carta no cierres esos ojos que tienen la luz que me falta.
Cuando los demás dormían se escapaba a la cantina, y llorando le contaba a una mujer que si el honor y la victoria valen más que las personas es que no hemos aprendido nada.
No dejes que te atrape a ti, huye de esta ilusión.
Perdona que entré sin llamar, no es ésta la hora y menos el lugar. Tenía que contarte que en el cielo no se está tan mal.
De envidia la luna lloraba al mirar como a la estrella la querían más.
Caer está permitido, levantarse es una obligación.
Y un día verás que este loco de poco se olvida, por mucho que pasen los años de largo en su vida.
¡Ven, quiero saber!, porque te fuiste sin mí, siempre porque te fuiste sin mí
Te he visto llorar donde nadie llora más, donde el amor sale mal, donde los besos se van, donde la vida da igual, donde nada es de verdad, donde no existe la paz.
Y ahora quiero ser la que tanto quise ser.
Te voy a escribir la canción más bonita del mundo, voy a capturar nuestra historia tan sólo un segundo.
Personas que desean que el cosmos se haga normal, personas que imploran que no lo sea ya.
Una canción que va directamente al corazón.
Pero al amor no basta con darle cuerda y mirarlo, no esperes más a las agujas del reloj que a ellas no les importas tú ni nadie.
Ella no olvida aquel frío adiós, se heló su sangre y temblo su voz, mientras se alejaba su joven amor.
Y llena dos copas de recuerdos y historias, que tus ojos me cuenten que te han visto llorar...
La locura ya se va quedando dormida.