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Muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que apenas cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos; y por esto, y por la humildad con que va la obra, como criada en tan pobres pañales; acompañándola el celo y la intención con que se hizo, espero será parte para poder sufrir quien la leyere las faltas que lleva.
Alonso de Ercilla
No os desnudéis del hábito y costumbre que de nuestros abuelos mantenemos.
No hay contra el desleal seguro puerto ni enemigo mayor que el encubierto.
Que no es buena la cura y la experiencia si es más seria y peor que la dolencia.
El fausto, la riqueza y el estado hincha, pero no harta, al más templado.
¿Qué cosa puede haber más afrentosa que ser huéspedes toda nuestra vida?
Siempre la brevedad es una cosa con gran razón de todos alabada, y vemos que una plática es gustosa cuanto más breve y menos afectada.
El miedo es natural en el prudente, y el saberlo vencer es ser valiente.
Que la lengua más rica y más copiosa, si no trata de amor es desgustosa.
No hay cosa más difícil, bien mirado, que conocer a un necio si es callado.
El excesivo rigor en el castigo justifica la causa del enemigo.
Que nunca nadie es malo de repente.
Lo malo nunca lo es de repente.
Que quien en prometer es muy ligero, proverbio es que despacio se arrepiente.
El dejar de querer mal es un inicio para querer bien.
Clemente es y piadoso el que sin miedo por escapar el brazo corta el dedo.
Que en parte ya parece que consiente quien perdona ligera y fácilmente.
Mas ya que de mi estrella la porfía me tenga así arrojado y abatido, verán al fin que por derecha vía la carrera difícil he corrido: y aunque más triste la desdicha mía. el premio está en haberle merecido, y las honras consisten no en tenerlas, sino en sólo arribar a merecerlas.
Quien promete con mucha ligereza se va arrepintiendo despacio.
La mucha alegría es presagio de tristeza.
Fijad esto que digo en la memoria; que el ciego y torpe miedo os va turbando: Dejad de vos al mundo eterna historia, vuestra sujeta patria libertando.
Jamás debe, Señor, menospreciarse el enemigo vivo, pues sabemos puede de una cautela levantarse fuego con que después nos abrasemos.
¡Ay! ¿qué aprovecha el lamentarseahora? Que siempre es tarde ya cuando se llora.
Que siempre por señales o razones se suelen descubrir las intenciones.
Virtud difícil y difícil prueba Es guardar el secretopeligroso.
Armado siempre y siempre en ordenanza, la pluma ora en la mano, ora la lanza.