Imágenes
No son ofensas verdaderas sino las que se hacen a Dios.
Almeida Garrett
¡Melancolía, gusto amargo de infelices, delicioso punzar de acerbo espino, que me estás atravesando lo íntimo del pecho con un dolor que dilacera los senos del alma! ¡Dolor, sin embargo, que lleva consigo muchos placeres!
Y yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de individuos que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infancia, a la ignorancia crapulosa, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta, para producir un rico.