Imágenes
La vida es una escuela iniciática.
Alejandro Jodorowsky
No quiero que me ames quiero que ames Los incendios no tienen dueño.
Al liberarnos del círculo vicioso de nuestros hábitos, descubrimos una personalidad más auténtica y, por lo mismo, sana.
Cortar con el pasado no significa ignorar nuestros orígenes, y conocer nuestros orígenes no significa atarse a ellos.
No seas lo que otros quieran que seas; sé lo que tú eres.
El ego es como tu perro. El perro tiene que seguir al amo y no el amo al perro. Hay que hacer que el perro te siga. No hay que matarlo, sino que domarlo.
No establezcas amistades inútiles.
La poesía es sólo amor, transgrede las prohibiciones y se atreve a mirar de frente a lo invisible.
Los sueños interpretados no son importantes. Los importantes son los lúcidos: cuando eres y te haces consciente de lo que estás soñando. El arte y la poesía también son muy importantes.
Yo veo a los gurús como payasos. Son necesarios, pero son grandes monigotes.
Escucha más a tu intuición que a tu razón. Las palabras forjan la realidad pero no la son.
El acto poético debe siempre ser positivo, ir en el sentido de la construcción y no de la destrucción...
Comprenderse a uno mismo significa sentirse mas allá de las palabras dejándose caer en el abismo de lo impensable.
Jaime, mi padre, antes de calmarse y abrir su tienda Casa Ukrania, había trabajado como artista de circo. Podría pensarse que en mi infancia fui más influido por Jaime que por Sara, mi madre. Sin embargo, no es así. Si la severidad era la base de la educación que yo debía recibir, por ser hombre y no mujer, mi madre se esmeró en aplicarla.
Tocar algo o a alguien significaba en cierta manera convertirse en ello o él.
El viajerodormido que parece despierto recibe instrucciones de su periódico, fantasma de papel que le dicta cómo debe ser el mundo.
Eres esclavo de aquello que bautizas con tu nombre.
... no voy a hacer el camino universitario porque el estudio universitario es la muerte del arte. Los museos y los estudios universitarios son la muerte del arte. Entonces, me voy a ir a hacer el arte. Que después me metan de momia en un museo ya vendrá; pero yo no voy a meter a nadie en un museo.
La literatura, especialmente la poesía, surge de una colaboración estrecha entre el escritor y sus lectores: juntos, crean la obra.
Si echamos una mirada a las circunstancias que nos llevaron al milagro, comprenderemos que fuimos dirigidos por una fuerza inimaginable.
El alma imita durante un tiempo a aquel que la ha despertado, pero eso dura muy poco si se es consciente y mucho si se es ingenuo.
La fascinación por el teatro entró en mi alma gracias a tres acontecimientos que marcaron profundamente mi alma infantil: participé en el entierro de un bombero, vi un ataque epiléptico y escuché cantar al príncipe chino.
El que sufre, temiendo que le revelen la fuente de su malvivir, quiere que lo adormezcan, lo hagan insensible al dolor, pero que de ninguna manera lo cambien, que de ninguna manera le demuestren que sus problemas son la protesta de un alma encerrada en la celda de una falsa identidad.
El mundo es lo que tú piensas que es; pero el que piensa no eres tú.
Cuando el polígono dejó de multiplicar sus lados tratando de convertirse en círculo y aceptó ser lo que esencialmente era, un triángulo, conoció la felicidad.
La verdad nunca se obtiene de nadie; uno la lleva siempre consigo.
La finalidad del arte es curar. Si el arte no sana no es verdadero.
No podemos vivir de una forma realizada si no logramos construir una divinidad interior.
Quien dice: amo a Dios, miente. Es más exacto decir: me dejo amar por Dios y transmito su amor.
En la vida como en el sueño, para permanecer lúcido es necesario distanciarse, no identificarse con la acción.
Las imágenes que conservamos en la memoria van acompañadas de una percepción de nosotros en el momento en que tuvimos esas experiencias.
A balazos nunca han podido matar a una idea.
Hay que explorar el fango, tocar la muerte y el barro para subir hacia los cielos límpidos.
El sol, para brillar, no necesita ni esperanza.
No hay en sí un texto sagrado: lo sagrado se lo otorga el lector.
Si no soy yo, ¿quién? Si no es así, ¿cómo? Y, si no es hoy, ¿cuándo?
Por amor, no solo copiamos los valores de nuestros padres, sino también sus enfermedades.
Cuando dudes de actuar, siempre entre hacer y no hacer escoge hacer. Si te equivocas tendrás al menos la experiencia.
Mientras no encuentres en ti mismo el tesoro, no cesarás de proyectar tus dudas en los otros.
Otorga a cada palabra raíces en el corazón.