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Aquí no hay derrotados. El único derrotado en estas elecciones, no tiene documento nacional de identidad. El único derrotado es aquel que con su negro dinero quiso extender su gobierno petrolero hasta el Perú. ¡Aquí está la democracia que le ha dicho no!. (En alusión a Hugo Chávez).
Alan García
Estaba en un campamento juvenil del partido a orillas del río Rímac. No me separaba ni cinco metros de este semidios y me sentía como en la Capilla Sixtina. Era imponente, un vasco antiguo, blanco y con barba, con una enorme cabeza que para mí sólo podía ser sinónimo de una maciza inteligencia.
Aquí se abusa mucho del campesino. Hay que dar una ley especial para proteger a los campesinos.
El verdadero nacionalismo es la defensa del salario del pueblo. Mi gobierno defenderá la dignidad del trabajo y a partir del 28 de julio todos aquellos que trabajen más de 8 horas ganarán horas extras.
Si los congresistas no se quieren reducir el sueldo, si no quieren hacer respetar las ocho horas, que me bajen el calzon. Como me permite la Constitución.
Tengo un compromiso histórico con Víctor Raúl Haya de la Torre. Ya no les fallaré.
De lo que jamás podrán acusarme es de enriquecerme, ¿por qué?, porque el que se enriquece se va a gozar fuera. Allá en Miami, o en París o en Nueva York. Y quiere superar su estatus de peruano, de país subdesarrollado viviendo allá con millones malhabidos. Yo jamás señor.
Si no gano las elecciones, seguiré siendo aprista, toda mi vida lo fui.
El APRA más que una doctrina, es una religión.
Me parece que los métodos anticonceptivos son fundamentales y personalmente soy un partidario de la píldora del día siguiente, a pesar de que es un tema que no se ha tratado al interior de mi partido.
Yo he llorado la noche del domingo -día de las Elecciones Regionales y Municipales 2006- porque jamás pensé que se pudiera perder la cuna y la tumba de Haya de la Torre, es una puñalada al corazón, te lo digo como hijo de Haya de la Torre, una puñalada al corazón y en algún momento voy a recuperar Trujillo aunque tenga que ser candidato a la alcaldía personalmente.
En Perú el presidente tiene un poder. No puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado.
Aquí se habla mucho del baile del perreo, pero hay una política del chorreo que es mucho peor, porque es quedarse esperando infructuosamente que de los ricos caiga una limosna a los pobres.
Toledo gobernó solo para el 30% de los peruanos. Esa es la bomba de tiempo.