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Roma ha hablado, la cuestión está cerrada.
Agustín de Hipona
En el Cielo dicen Aleluya, porque en la Tierra han dicho Amén.
Si quieres ser grande, comienza por ser pequeño; si quieres construir un edificio que llegue hasta el cielo, piensa primero en poner el fundamento de la humildad.
Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos predispone al pecado.
La medida del amor, es amar sin medida.
Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Él.
Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.
Si andas enredado en pleitos, no es posible que tengas un corazón sosegado ni tranquilidad de ánimo; tus pensamientos serán tu verdugo interior.
Para llegar al conocimiento de la verdad hay muchos caminos: el primero es la humildad, el segundo es la humildad y el tercero, la humildad.
Nadie que obra contra su voluntad obra bien, aun siendo bueno lo que hace.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.
La poesía es el vino de los demonios.
Buscad lo suficiente, buscad lo que basta. Y no queráis más. Lo que pasa de ahí, es agobio, no alivio; apesadumbra en vez de levantar.
El alma desordenada lleva en su culpa la pena.
Una es la verdad que ilustra a las almas santas; pero como son muchas las almas, puede decirse que en ellas hay muchas verdades, como de una misma cara en los espejos aparecen muchas imágenes.
Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti.
Quien se manifiesta indiferente ante la vida y la muerte es que no ama.
No vayas afuera, vuélvete a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad.
La Ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley.
Cuando un hombre descubra sus faltas, dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, dios las descubre, cuando las reconoce, dios las olvida.
El buen cristiano se guardará del astrólogo y todos aquellos que hacen profecías vacías, sobre todo si aciertan. Se corre el peligro de que hayan hecho un pacto con el diablo para engañar al espíritu y confinar al hombre en el infierno.
Tema el alma su propia muerte y no la del cuerpo.
El hombre no reza para dar a Dios una orientación, sino para orientarse debidamente a sí mismo.
Donde no hay caridad no puede haber justicia.
Una cosa es haber andado más camino y otra, haber caminado más despacio.
Si me equivoco existo.
Tú no puedes ser luz para ti; no puedes, no puedes.
No digas que el tiempo pasado fue mejor que el presente; las virtudes son las que hacen los buenos tiempos, y los vicios los que los vuelven malos.
La ignorancia es madre de la admiración.
El primero de los mandamientos es el amor a Dios, pero en el orden de la acción debemos comenzar por llevar a la práctica el amor al prójimo Amando al prójimo y preocupándote por él, progresas sin duda en tu camino.
Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia.
Se aferran a su parecer, no por verdadero, sino por suyo.
Equivocarse es humano, perseverar voluntariamente en el error es diabólico.
De la alimentación con carne dependen los demás vicios.
Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos.
Así como toda carencia es desgracia, toda desgracia es carencia.
Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva. ¡Tarde te amé! Tu estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba.
El número de locos es tan grande, que la prudencia se ve obligada a ponerse bajo su protección.
Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida.