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Conmigo se va la última esperanza del mundo, las democracias occidentales son decadentes, el comunismo, con gobiernos más autoritarios, a la larga, acabará conquistando el mundo.
Adolf Hitler
Quizás la más grande y mejor lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia.
La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y antepone la cantidad numérica y su peso inerte al privilegio sempiterno de la fuerza y del poder.
El judío ahuyenta por la fuerza a todos sus competidores.
La gran mayoría del pueblo es, por naturaleza y criterio, de índole tan femenina, que su modo de pensar y obrar se subordina más a la sensibilidad anímica que a la reflexión.
Leningrado, Ucrania y Crimea en primer lugar; y Moscú antes del invierno.
Sobre todo que observen escrupulosamente las leyes raciales y que se opongan sin piedad al envenenador universal de todos los pueblos: los judíos internacionales.
Yo no hubiera intervenido en la revolución de España de no haber sido por el peligro rojo que amenazaba a Europa. El clero se hubiera tenido que exterminar.
Podemos estar felices de saber que el futuro nos pertenece completamente.
No es mi ambición esto de estar en guerra, pero sí lo es crear un nuevo estado nacional y social de la más alta cultura.
Detrás de la economía también debe haber poder, dado que solamente el poder garantiza la economía.
Nuestro pueblo primero tiene que ser liberado de la confusión desesperada del internacionalismo y ser educado deliberada y sistemáticamente en un nacionalismo fanático. Hay un solo derecho en el mundo, y este derecho está en la propia fuerza de uno.
Que sean duros, pero no injustos; sobre todo, que no permitan nunca que el miedo se convierta en consejero de sus actos y que estimen el honor de la nación por encima de todo lo demás en el mundo.
Es falso que yo o que cualquier otro en Alemania quisiera la guerra en 1939
Con humanidad y democracia nunca han sido liberados los pueblos.
¡Dios sabe que yo quise la paz!
El juego de rol es una construcción colectiva del relato.
Que un día pase formar parte del código de honor del oficial alemán el principio por el cual la rendición de un distrito o una población resulte impensable.
¡Esta cría será exterminada de Alemania!
Para poder continuar subsistiendo como un parásito dentro de la nación, el judío necesita consagrarse a la tarea de negar su propia naturaleza intima.
Antes de volver a entrevistarme con Franco prefiero que me arranquen las muelas.
El golpe más fuerte recibido por la humanidad fue la llegada del Cristianismo. El bolchevismo es el hijo ilegítimo del Cristianismo y ambos son invención de los judíos.
Sigo el camino que me marca la Providencia con la precisión y seguridad de un sonámbulo.
La Naturaleza no conoce fronteras políticas: sitúa nuevos seres sobre el globo terrestre y contempla el libre juego de las fuerzas que obran sobre ellos. Al que entonces se sobrepone por su esfuerzo y carácter, le concede el supremo derecho a la existencia.
Es indudable que los judíos son una raza pero no son humanos.
La obediencia pasiva y la fe infantil constituyen el peor de los males que es posible imaginar.
La gran masa del pueblo puede caer más fácilmente víctima de una gran mentira que de una pequeña.
Nada como invadir Polonia un viernes por la mañana para levantar el ánimo!
Sólo la repetición constante puede lograr finalmente que una idea quede grabada en la memoria de las masas.
Soy un nacionalista, pero no soy un patriota.
Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón, sino conseguir la victoria.
Yo sé que los partidarios conquistados por medio de la palabra escrita son menos que los conquistados merced a la palabra hablada y que el triunfo de todos los grandes movimientos habidos en el mundo ha sido obra de grandes oradores y no de grandes escritores.
Seguramente la primera etapa de la cultura humana se basó menos en el empleo del animal doméstico que en los servicios prestados por hombres de raza inferior.
Todo cruzamiento de razas provoca tarde o temprano la decadencia del producto híbrido, mientras el elemento superior del cruzamiento sobreviva en puridad racial. Cuando se ha bastardeado hasta el último vestigio de la unidad racial superior, es cuando desaparece para el producto híbrido el peligro de extinción.
Es necesario exterminar sin piedad a los instigadores de este linaje. (refiriéndose al Marxismo)
Este Estado no debe ser un poder sin cultura y una fuerza sin belleza, pues aún el armar a un pueblo es moralmente justificado sólo si es escudo y espada de una misión superior.
Un gran teórico resulta rara vez un gran caudillo.
Y del mismo modo que de cien cabezas huecas no se hace un sabio, de cien cobardes no surge nunca una heroica decisión.
Como el judío jamás poseyó una cultura propia, los fundamentos de su obra intelectual siempre fueron tomados de fuentes ajenas a su raza, de modo que el desarrollo de su intelecto, tuvo lugar en todos los tiempos dentro del ambiente cultural que le rodeaba. Nunca se produjo el fenómeno inverso.
Al comenzar y dirigir una guerra no es el derecho lo que importa, sino la victoria.